martes, 23 de octubre de 2012

La loba ignora la llamada del Halcón en la última yarda por la Casa Blanca



Claudia Rodríguez León
Foto tomada de la Internet

Sumario: Las recientes declaraciones de la congresista Ileana Ros Lethinen con relación al presidente Barack Obama, demuestra que la llamada telefónica que le hiciera el mandatario norteamericano, a su llegada a la Casa Blanca, no tiene ningún efecto con respecto a la convocatoria de trabajar juntos con la promesa de arreciar las presiones del bloqueo contra Cuba. Irán es el plato fuerte entre ambos candidatos y define que, en Estados Unidos, existe un solo partido: el integrado por los círculos del poder.

El candidato republicano Mitt Romney  y el actual presidente Barack Obama han centrado su candidatura en un tema que resulta el eje para ocupar el escaño máximo en la Oficina Oval: la continuidad de la expansión imperial de Estados Unidos por el control de los recursos del Oriente Medio y, como subtema (lo que Washington pretende observar como asunto doméstico) obtener los votos del estado de Florida en el cual se concentra una buena parte de la ultraderecha que sostiene el gobierno oculto desde los círculos de poder (léase Tea Party).
No se puede obviar que el señor Obama es una ficha de cambio. Siempre lo fue. Incluso la llamada telefónica que hiciera a la congresista Ileana Ros Lethinen, establecía su compromiso de arreciar la política de bloqueo genocida contra Cuba y arremeter contra los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador de manera que pudiera silenciarse cualquier otro proyecto de gobierno popular que pudiera consolidar la principal causa del descalabro de la Alternativa de Libre Comercio para las Américas (ALCA) y la posición asumida por los pueblos del Sur en la pasada Cumbre de las Américas a propósito de la posición asumida por la Casa Blanca contra Cuba en su esfuerzo por mantener el control sobre sus antiguas áreas de influencia en el continente.
Sin embargo, la señora Ros se refirió de forma despectiva con respecto al presidente. Por supuesto, que su candidato a defender es el señor Romney a quien ya se le reserva, de forma explícita, que debe resolver los asuntos de “relaciones” con sus vecinos del Sur, después de la aplastante derrota sufrida por la oposición en Venezuela frente a la propuesta de futuro que consolidó en el poder al mandatario Hugo Chávez y que pudiera repetirse en Ecuador, a pesar de los millones invertidos para una campaña mediática contra el presidente Rafael Correa.
Por su parte, el señor Obama ha lanzado sus dados en la mesa del Pentágono y la apuesta por mantener el apoyo a la oposición en Siria, incluyó la luz verde a la peor de las decisiones: atacar a Irán sin tener en cuenta que la situación puede revertirse en un conflicto de escala regional que implicaría a todo el Oriente Medio y sus consecuencias serían nefastas para el tambaleante sistema vital del planeta después del estallido de los primeros cohetes nucleares.
De manera que se debatió en una universidad de la Florida con el objetivo de que ambos candidatos expresen sus criterios en relación con el próximo destino del mundo en los años que regirá el mandato en la presidencia de Estados Unidos. De modo que el señor Obama no tuvo ningún recato en expresar que  “Estados Unidos sigue siendo indispensable para el mundo”. Y no se ocultó para hacer referencia a Israel como un fuerte aliado en su enfrentamiento a Irán.
Seguidamete habló de “proteger nuesta economía” en cuanto a los suministros de petróleo. Eso significa la guerra.  Sin más dilaciones atacó la estrategia de su contrincante Romney.  ¡Increíble…!  Ambos candidatos hablan de los problemas creados por Estados Unidos en todo el mundo como si fueran sus salvadores, como si el pueblo norteamericano _rehén perpetuo de la política de todas sus administraciones desde la creación de la Unión_ no contara sus propias calamidades en una economía en la cual solo los ricos pueden ser salvados.
El propio Obama expresó que: “gastamos más en el ejército que en diez países (mencionó a Rusia y China entre otros), cuando se explicó su tarea al frente del objetivo principal de Estados Unidos entre la decisión de fortalecer su economía y otorgar mayor cantidad de dinero al presupuesto de defensa del país (léase Complejo Militar Industrial) como una cuestión de seguridad nacional. ¡Asqueante!  ¿No sé de qué seguridad del pueblo de Estados Unidos puede hablar su contraparte Romney?
Pero también resultó asqueante escuchar a los candidatos Barack y Romney, tanto como resulta la presencia de las tropas de la coalición imperial en cualquier parte del mundo.  No obstante, la loba Ileana Ros Lethinen apuesta por el señor Romney, eso representa un punto importante en la ventaja que puede llevarle al señor Barack en cuanto a la campaña por la administración de la Casa Blanca. Los dados ruedan sobre la mesa del Pentágono y la muerte sonríe satisfecha. La amenaza nuclear sobre el Oriente Medio se decide en el incremento del potencial de armas cibernéticas creadas para llevar el conflicto al término buscado por Washington, mientras que la otra guerra mediática se lanza con el apoyo de las agencias de inteligencia para destruir la unión que se percibe entre los pueblos de América Latina.
En su intervención tanto el señor Romney como el presidente Barack, dejaron claro que Irán es la manzana que les llevará a la Oficina Oval sea cuales fueran las consecuencias, ambos hablaron de sanciones contra Teherán, ambos lo hicieron como lo que representan: los más oscuros designios para la vida en el planeta.




sábado, 20 de octubre de 2012

Cultura e independencia en Cuba: pilares de la identidad

-->
Claudia Rodríguez León

Foto tomada de la Internet

Sumario: La Cultura, en Cuba, está indisolublemente unida al reclamo de soberanía e independencia. Los símbolos patrios contribuyen a perpetuar esos valores que refuerzan la esencia de la identidad en siglos de lucha para lograr el principio martiano: "con todos y para el bien de todos".
 

 Resulta difícil hacer cualquier referencia a la Cultura cubana sin tener en cuenta las fuertes raíces independentistas que signaron el destino de la nación en la temprana fecha en que recoge el primer acto revolucionario el 10 de octubre de 1868, protagonizado por Carlos Manuel de Céspedes, considerado el Padre de la Patria.
Este histórico hecho no solo estableció el inicio de las guerras por la independencia de Cuba, sino que integró a negros y blancos procedentes de dos corrientes culturales diferentes que ya establecían una mezcla mucho más profunda que el mestizaje inevitable en la forja de una nación: se fomentaba el concepto de cubanía a partir de todas las aspiraciones contenidas en hombres y mujeres que consideraron un destino común para llamarle Patria.
Es por esta, entre otras razones, que no se puede hablar de Cultura cubana sin tener en cuenta que el proceso eleccionario, creado a partir de los Órganos del Poder Popular (en 1976) recogían la aspiración de construir un sistema que consolidara las oportunidades expresadas por Martí para la Constitución del país, el 26 de noviembre de 1891, en Tampa, Estados Unidos: “Yo quiero que la ley primera de la República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre.”  Dignidad que fuera defendida por Fidel Castro Ruz, en su alegato de defensa después de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y que selló el destino de la Generación del Centenario con las conquistas obtenidas por Cuba en todos estos años de lucha y de heroísmo protagonizado por el pueblo: garante indiscutible de los logros que se han obtenido a pesar del férreo bloqueo impuesto por todas las administraciones que, en Washington, no han dejado de atacar a nuestro país y causado el dolor que provocan las acciones terroristas y las pérdidas en miles de millones de dólares y carencias generadas por el bloqueo imperialista.
Es por esta razón, entre tantas, que generaciones de cubanos defienden esa identidad cultural y compromiso por la soberanía de nuestra Patria. La deuda con los pueblos africanos _ de donde proviene una gran fuerza integradora de nuestra nacionalidad_, fue saldada con los actos solidarios y la sangre de valiosos cubanos internacionalistas que no solo llevaron al fin del Apartheid, sino a la comprensión de las necesidades libertarias de otros pueblos en el mundo, agobiados por el hambre, la metralla y la voracidad de las naciones que integran la coalición imperial liderada por Estados Unidos.
Precisamente esta confluencia de valores nos lleva a otra referencia que no puede separarse del concepto de nación en momentos que vamos a un proceso electoral donde las urnas son custodiadas por pioneros. Me refiero, específicamente, a las palabras pronunciadas por el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, a los intelectuales, y que tuvieron lugar en una reunión celebrada los días 16, 23 y 30 de junio de 1961, en el Salón de Actos de la Biblioteca Nacional. Cito obligados fragmentos debido a la connotación y actualidad de los mismos, teniendo en cuenta los eventos que vivimos a partir de los cambios que aplica el país bajo la orientación de los Lineamientos aprobados en el VI Congreso del Partido con respecto a la necesidad de proteger nuestra soberanía e independencia frente a los ataques directos del imperialismo:
“Nosotros hemos sido agentes de esta Revolución, de la Revolución económico-social que está teniendo lugar en Cuba. A su vez esa Revolución económica y social tiene que producir inevitablemente también una Revolución cultural en nuestro País.
(…)
Una de las características de la Revolución ha sido, por eso, la necesidad de enfrentarse a muchos problemas apresuradamente. Y nosotros somos como la Revolución, es decir, que nos hemos improvisado bastante. Por eso no puede decirse que esta Revolución haya tenido ni la etapa de gestación que han tenido otras revoluciones, ni los dirigentes de la Revolución la madurez intelectual que han tenido los dirigentes de otras revoluciones. Nosotros creemos que hemos contribuido en la medida de nuestras fuerzas a los acontecimientos actuales de nuestro País. Nosotros creemos que con el esfuerzo de todos, estamos llevando adelante una verdadera Revolución y que esa Revolución se desarrolla y parece llamada a convertirse en uno de los acontecimientos importantes de este siglo. Sin embargo, a pesar de esa realidad, nosotros que hemos tenido una participación importante en esos acontecimientos, no nos creemos teóricos de las revoluciones ni intelectuales de las revoluciones. Si los hombres se juzgan por sus obras tal vez nosotros tendríamos derecho a considerarnos con el mérito de la obra que la Revolución en sí misma significa. Y sin embargo no pensamos así y creo que todos debiéramos tener una actitud similar, cualesquiera que hubiesen sido nuestras obras. Por meritorias que puedan parecer debemos empezar por situarnos en la posición honrada de no presumir que sabemos más que los demás, de no presumir que hemos alcanzado todo lo que se pueda aprender, de no presumir que nuestros puntos de vista son infalibles y que todos los que no piensen exactamente igual están equivocados. Es decir, que nosotros debemos situarnos en esa posición honrada; no de falsa modestia, sino de verdadera valoración de lo que nosotros conocemos porque si nos situamos en ese punto, creo que será más fácil marchar acertadamente hacia delante, y que si todos adoptamos esa actitud tanto ustedes como nosotros, desaparecerán actitudes personales y desaparecerá esa cierta dosis de personalismo que ponemos en el análisis de los problemas. En realidad, ¿qué sabemos nosotros? Nosotros todos estamos aprendiendo.
(…)
. Esto significa que dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución nada. Contra la Revolución nada, porque la Revolución tiene también sus derechos y el primer derecho de la Revolución es el derecho a existir y frente al derecho de la Revolución de ser y de existir, nadie. Por cuanto la Revolución comprende los intereses del pueblo, por cuanto la Revolución significa los intereses de la Nación entera, nadie puede alegar con razón un derecho contra ella”.

Ineludible razón e histórico compromiso para quienes tenemos el privilegio de hablar de cubano y decir identidad, de hablar de democracia y decir: Pueblo.




viernes, 5 de octubre de 2012

Venezuela: El rojo color de la victoria

-->

Claudia Rodríguez León

Foto tomada de la Internet 
Sumario: La victoria popular que llevará a la victoria del candidato a la presidencia Hugo Chávez, es un acontecimiento histórico que no podrá ser manipulado por los ataques mediáticos de la oposición con el apoyo del gobierno de Estados Unidos.


Nada podrá cambiar lo que ya se ha convertido en acontecimiento histórico en el despertar del pueblo de Venezuela y su determinación a consolidar la victoria del Socialismo del siglo XXI como alternativa para la solución de los graves contrastes que provocan las diferencias generadas por el capitalismo y la agresión imperial en la proyección hegemónica de Washington para controlar el mundo.
Los sectores de la oposición han recibido todo el apoyo de la artillería mediática de los Estados Unidos como si tal agresión pudiera cambiar lo que ya defiende el pueblo bolivariano de Venezuela: la Revolución que ha permitido encontrar un futuro para la Patria y en el cual todos tienen derechos a ser tratados con dignidad en la misma medida que contribuyen a fortalecer las conquistas del Socialismo.
De esta manera las manifestaciones de apoyo popular al Presidente Chávez han demostrado que la victoria del próximo día 7 de octubre no será un hecho casual, sino la consecuencia de un proceso histórico que se apoya en el pensamiento del prócer Simón Bolívar. No se trata de votar por un candidato, sino de ejercer el derecho a ser reconocido como pueblo que es la dimensión en la cual se ha situado irreversiblemente el candidato y Presidente de la República, Hugo Chávez.
El pasado 4 de octubre cerraron las campañas presidenciales 2012, en Venezuela, no obstante las imágenes recogidas en las concentraciones del pueblo confirman la expresión del presidente Chávez  de que “va a ser una gran victoria, la victoria Bolivariana y eso lo tenemos que lograr con los votos, desde muy temprano, todos a votar por el futuro”.
Puntualizó que “en nuestras manos no se va a perder la vida de la patria. Estoy completamente seguro, y sobre todo que en las manos de la juventud no se va a perder el futuro de la patria, por mi parte, yo seguiré con ustedes porque mi próximo de Gobierno comienza el 8 de octubre”.