Foto tomada de Cubadebate
“Salir a la calle”, en Cuba,
significa irse a “luchar”, a encontrar el modo de conseguir lo necesario para
continuar la vida, bajo la presión de la escasez generada por un bloqueo
genocida que fue impuesto, precisamente, con el propósito de doblegar al pueblo
cubano y hacerlo buscar soluciones violentas en contra del gobierno (en este
sentido la propuesta de “primavera”, mediante ataques ciberespaciales y
sedición a través de programas de la CIA como el Zunzuneo).
Nadie mejor que el residente
en la Isla, para conocer qué le conviene o no en relación con el apoyo a la
Revolución y el acatamiento de las orientaciones del Partido Comunista. No se
trata de que todos sean comunistas en el pueblo de Cuba. De hecho la vanguardia
militante es representativa de los intereses de la mayoría. Es por eso que
cubanas y cubanos discutimos, expresamos desacuerdos, valoramos aciertos,
cuestionamos errores políticos y administrativos (de todos los niveles), pero
no perdemos la perspectiva. Los errores siempre son atribuibles a las acciones
del hombre, no a las regulaciones legales, ni a las regulaciones del Partido.
Eso se entiende sin tener que hacer una tesis al respecto. La vida misma nos
coloca en la disyuntiva de apoyar lo que tenemos (a pesar de las presiones y
ataques imperialistas) o renunciar para siempre al mayor valor de cualquier ser
humano: su derecho a la independencia y soberanía.
Si tenemos en cuenta los
discursos del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, y lo analizamos en
cualquier etapa, demuestra su visión abierta para interpretar y entender los
reclamos del pueblo cubano.
No hace falta decir lo que
conocemos. Tenemos lo que necesitamos y es el momento de continuar hacia
adelante. Cualquier retroceso puede ser representativo de lo que ocurre en
otras latitudes del mundo, sin distinción de sociedades, específicamente cuando
los gobiernos capitalistas dejan a millones de personas bajo el efecto de las
crisis y las guerras. Reflexionar en cuanto a los errores, criticar nuestras
faltas y continuar adelante es la única forma de mantener las calles como
nuestras y ser dueños, sin interferencias extranjeras, de nuestro país.
La voluntad del gobierno
cubano, con respecto al futuro de su pueblo, se reiteran (una vez más) en las
palabras que tomé del sitio Cubadebate.
Discurso del General de Ejército Raúl Castro Ruz,
Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente
de los Consejos de Estado y de Ministros, en el III Período de Sesiones de la
Octava Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de
Convenciones, el 5 de julio de 2014, “Año 56 de la Revolución”.
(Versiones
Taquigráficas – Consejo de Estado)
Compañeras y
compañeros:
En las
últimas semanas hemos efectuado importantes reuniones, entre ellas el Consejo
de Ministros el 21 de junio y el VIII Pleno del Comité Central del Partido el
pasado jueves. Acerca de ambos eventos, sobre todo de la reunión del Consejo de
Ministros, se informó en los medios de prensa ampliamente.
Por su
parte, desde el miércoles, los diputados en sus respectivas comisiones
permanentes han debatido con profundidad las principales temáticas del quehacer
nacional. Por esa razón mi intervención será breve.
Como ya fue
informado, en el primer semestre la economía cubana mantuvo un desempeño
discretamente ascendente; el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 0,6%, lo
que denota una desaceleración del ritmo de crecimiento de este indicador a
causa del incumplimiento de los ingresos externos, la incidencia de condiciones
climatológicas, así como la persistencia de insuficiencias internas en la
gestión económica.
A pesar del
crecimiento de las ramas del transporte, comunicaciones, actividad
agropecuaria, la industria azucarera y el turismo, decreció la minería y la
producción industrial, esta última por sensibles afectaciones en el
financiamiento oportuno y la consiguiente entrada tardía de materias primas
importadas.
Por otra
parte, continuó influyendo negativamente la crisis económica global, al tiempo
que se ha recrudecido el bloqueo norteamericano, en especial la persecución
financiera a entidades que mantienen vínculos con nuestro país, asunto que
retomaré más adelante.
En medio de
estas innegables circunstancias, hemos cumplido puntualmente los compromisos
financieros resultantes del reordenamiento de las deudas con los principales
acreedores, hecho que favorece a la sostenida recuperación de la credibilidad
internacional de nuestra economía.
Al propio
tiempo se ha logrado preservar las condiciones de equilibrio monetario interno,
tanto en el sector de la población como en la economía en su conjunto.
Igualmente se consolida la tendencia al rescate de la disciplina financiera en
materia de los cobros y pagos.
Para
alcanzar al cierre del año un crecimiento del Producto Interno Bruto del 1,4%,
se requerirá trabajar más y mejor en el segundo semestre y potenciar el empleo
de las reservas de eficiencia que no explotamos adecuadamente.
El resultado
alcanzado no nos satisface, pero tampoco nos desanima en lo más mínimo. Ante
estas complejas circunstancias se impone el espíritu de luchar con firmeza y
optimismo para revertir la situación y recuperar ritmos de avance que aseguren
el desarrollo socialista sobre bases sostenibles e irreversibles.
En este
empeño y como parte de la implementación de los Lineamientos adoptados por el
Sexto Congreso del Partido, el Consejo de Ministros aprobó las bases del
programa de desarrollo económico y social del país a largo plazo, con una
visión hasta el año 2030, que servirá de plataforma para la elaboración de los
planes quinquenales.
Entre los
principios del citado programa de desarrollo está mantener la propiedad
social sobre los medios fundamentales de producción y forjar un modelo de
desarrollo con eficiencia en todas las esferas, encaminado a asegurar
bienestar, equidad y justicia social para los cubanos.
En materia
de la actualización del modelo económico nos encontramos en una fase
cualitativamente superior, en la que se evalúan decisiones de mayor complejidad
y alcance; entre ellas la preparación de condiciones que aseguren el éxito del
proceso de unificación monetaria, el cual, como ya se ha explicado, no
significa la solución mágica a todos los problemas presentes en la economía,
sino que será un factor decisivo en pos de un sustantivo incremento de la
eficiencia y de la productividad del trabajo, a la vez que propiciará una
distribución más justa de la riqueza creada.
Sobre el
particular no resulta ocioso reiterar que se garantizarán los depósitos
bancarios en divisas foráneas, pesos cubanos convertibles (CUC) y pesos cubanos
(CUP), así como el efectivo en poder de la población y las personas jurídicas
nacionales y extranjeras.
El pasado
sábado 28 de junio entró en vigor la nueva Ley de la Inversión Extranjera,
aprobada por esta Asamblea en sesión extraordinaria el 29 de marzo, al igual
que las normas regulatorias complementarias, todo lo cual conforma un marco
jurídico que ofrece mayores incentivos y garantías a potenciales
inversionistas. Corresponde a los organismos y entidades empresariales actualizar
la cartera de oportunidades en interés de concretar, en el menor plazo posible
y sobre bases mutuamente ventajosas, la captación de inversiones de capital
extranjero llamadas a dinamizar el desempeño de la producción y los servicios.
Asimismo, ha
proseguido el perfeccionamiento de las estructuras y funciones de los
organismos de la Administración Central del Estado y otras entidades nacionales
y actualmente se lleva a cabo su implantación en el primer grupo integrado por
20 de ellos.
Se avanza en
la separación de las funciones estatales de las empresariales y ha empezado a
aplicarse un conjunto de medidas en interés de conceder superior autonomía y
amplias facultades a la empresa estatal socialista.
Al respecto
considero necesario resaltar que este proceso, para resultar exitoso, debe
conducirse con una adecuada gradualidad, como decíamos en la mañana de hoy, y
acompañarse del control permanente de las diferentes estructuras partidistas y
del gobierno a cada nivel, así como de acciones sistemáticas para la
capacitación de los directivos y funcionarios que asumen nuevas
responsabilidades en un escenario de gestión más flexible y menos centralizado.
Al propio tiempo, continúa la tendencia creciente en el trabajo por cuenta
propia y las cooperativas no agropecuarias, estas últimas todavía en fase
experimental.
En la última
reunión del Consejo de Ministros se aprobó la actualización de la política para
la implementación de la gestión por formas no estatales en las actividades de
gastronomía, servicios técnicos y personales, todo lo cual debe contribuir a
ofrecer una mejor calidad y variedad en la oferta a la población y también
reducir las pérdidas y robos tan frecuentes en este sector, permitiendo al
Estado dedicarse a las cuestiones de mayor envergadura e importancia para el
desarrollo de la nación.
Tampoco en
esta esfera debe dejarse espacio a la precipitación ni a la improvisación. La
gradualidad no es un capricho, ni mucho menos el deseo de retrasar los cambios
que debemos efectuar; todo lo contrario, se trata de una necesidad para
asegurar el orden y evitar vacíos que nos conducirían directamente a errores
que desvirtúen los objetivos propuestos.
CUBA SEGUIRÁ APOYANDO PROCESO DE PAZ DE COLOMBIA
A
continuación abordaré, además, cuestiones relacionadas con la política
exterior.
A pesar del
creciente rechazo internacional, en particular en América Latina y el Caribe, e
incluso dentro del propio Estados Unidos, al bloqueo económico, comercial y
financiero contra Cuba, lejos de rectificarse esta política, continúa en vigor
plenamente en abierta violación de los principios consagrados en la Carta de
las Naciones Unidas.
Se ha
acrecentado a niveles sin precedentes el acoso a las instituciones comerciales
y bancarias que se relacionan con nuestro país, en muchas ocasiones con un
agresivo carácter extraterritorial, afectando incluso a sus aliados, como fue la muy
reciente multa de 8 970 millones de dólares impuesta al banco francés
BNP-Paribás, el más grande de Francia, un atropello más contra la soberanía de
los Estados, las normas de libre comercio y del Derecho Internacional, como se
denunció en la Declaración de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores el
pasado 2 de julio.
Es un hecho
insólito que, como consecuencia del bloqueo financiero, la Sección Consular de
Cuba en Washington haya sido privada de los servicios bancarios, lo que
perjudica a los cubanos que viven en Estados Unidos y dificulta sus vínculos
familiares y los viajes a nuestro país.
Estados
Unidos tampoco renuncia a la subversión contra Cuba, con el uso de métodos
encubiertos y el empleo de las nuevas tecnologías de la información y las
comunicaciones, como lo
evidenciaron las recientes revelaciones sobre el proyecto Zunzuneo, que
constituye una violación de nuestra soberanía y del Derecho Internacional.
Es hora ya
de que Estados Unidos entienda que estas políticas están condenadas al fracaso
y que debe respetar la voluntad y el derecho de los cubanos a construir su
futuro en paz.
Hoy
Venezuela resiste y triunfa frente a los medios más sofisticados de subversión
y desestabilización, incluidos los intentos de golpe de Estado, según las
concepciones de la guerra no convencional que Estados Unidos aplica en
diferentes regiones. La
Revolución Bolivariana y Chavista y el gobierno encabezado por el Presidente
constitucional, Nicolás Maduro Moros, reciben amplia solidaridad regional e
internacional, en apoyo al pueblo venezolano que defiende sus conquistas.
Recientemente
nuestro país expresó, a través de una Declaración del Ministerio de Relaciones
Exteriores, su solidaridad y respaldo a la República Argentina y a la
presidenta Cristina Fernández frente a los ataques asociados a fondos
especulativos, amparados por decisiones inaceptables e injerencistas de cortes
estadounidenses.
América
Latina y el Caribe cierran filas en defensa de esta hermana nación, sabiendo
que esa agresión al pueblo argentino está dirigida también contra los esfuerzos
de integración regional y la soberanía de todos los países del sur.
Son
significativos los acuerdos alcanzados hasta el momento por el gobierno
colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la Mesa
de Conversaciones. Nunca antes ese país había avanzado tanto en la dirección de
alcanzar la paz, en un conflicto que ya dura más de medio siglo. A solicitud de
las partes, Cuba seguirá desempeñándose como uno de los dos garantes y sede de
estas conversaciones, y proseguirá brindando todas las facilidades necesarias
para su buen desarrollo.
Saludamos
también el proceso exploratorio de dicho gobierno y el Ejército de Liberación
Nacional (ELN), al cual continuaremos contribuyendo.
La
celebración de la II Cumbre de la CELAC, en enero, coincidiendo con el 161
aniversario del natalicio de Martí, constituyó un éxito para el pueblo cubano
por el elevado nivel de participación de Jefes de Estado y Gobierno, la
importancia de los temas debatidos y de los documentos adoptados, como la
Declaración de La Habana y el Programa de Acción, que demuestran nuestra
unidad en la diversidad y la voluntad política de avanzar en la integración
latinoamericana y caribeña.
La firma por
todos los Jefes de Estado y Gobierno de la Proclama de América Latina y el
Caribe como Zona de Paz fue un hito de gran trascendencia histórica que
consagra el respeto de los principios y normas del derecho internacional y los
propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, así como el
compromiso permanente con la solución pacífica de controversias a fin de
desterrar de nuestra región para siempre el uso y la amenaza del empleo de la
fuerza.
Igualmente
nos compromete al estricto cumplimiento de la obligación de no intervenir,
directa o indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro país y
observar los principios de soberanía nacional, la igualdad de derechos y la
libre determinación de los pueblos; así como el pleno respeto —establecido en
estos documentos— al derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema
político, económico, social y cultural, como condición esencial para asegurar
la convivencia pacífica —primera vez que ese principio se establece en un
documento firmado por todos los Jefes de Estado de América Latina y el Caribe—;
la promoción de una cultura de paz; y el desarme y la promoción del desarme
nuclear y del desarme general y completo, para propiciar el fortalecimiento de
la confianza entre las naciones.
Ahora, en el
Cuarteto de la CELAC, compuesto por Costa Rica, que ostenta su presidencia pro
tempore, Cuba que la desempeñó hasta la última reunión cumbre y Ecuador, que
sucederá a la actual presidencia más San Vicente y las Granadinas como
representante del CARICOM —o sea del Caribe—, nuestro país continúa apoyando
la labor de consolidación y fortalecimiento de la Comunidad.
En mayo,
el Ministro de Salud Pública, Roberto Morales Ojeda, a nombre de Cuba, presidió
de manera exitosa la 67 Asamblea Mundial de la Salud, máxima instancia de la
Organización Mundial de la Salud. Ello constituye un alto reconocimiento a
los logros alcanzados en esta esfera a nivel nacional y en la cooperación
internacional que han prestado y prestan decenas de miles de compatriotas.
La Cumbre
del Grupo de los 77 más China en Bolivia, el pasado mes de junio, mostró el
destacado liderazgo popular e internacional del presidente Evo Morales Ayma,
adoptó importantes decisiones en defensa de los intereses de los países del Sur
y rindió homenaje al Comandante Ernesto Che Guevara en la fecha de su
nacimiento.
Como
testimonio de nuestros provechosos, solidarios y crecientes vínculos y de la
identidad de objetivos e intereses con la Comunidad del Caribe, de la que nos
sentimos parte entrañable, se ha completado la representación diplomática en La
Habana de sus Estados miembros con la apertura, por parte del Primer Ministro
Denzil, de la Embajada de San Cristóbal y Nieves.
Trabajamos
ya en la preparación de la V Cumbre CARICOM-Cuba que se realizará en suelo
patrio el 8 de diciembre del presente año, en conmemoración del día en que
Barbados, Guyana, Jamaica y Trinidad-Tobago establecieron simultáneamente
relaciones diplomáticas con Cuba y prestaron una inolvidable contribución a
nuestra inserción regional, paso que tuvo un gran peso en un momento en que eran muy pocos los países
que tenían relaciones con nosotros, ya no solo era México que fue el único que
no rompió, sino unos cuantos más .
Con la
satisfacción de tener de regreso en la Patria a René y a Fernando, tras cumplir
íntegramente sus injustas condenas, reiteramos el compromiso de no cejar, junto
a ellos, en nuestros esfuerzos por la liberación de Gerardo, Ramón y Antonio,
causa a la que seguiremos confiriendo máxima prioridad.
Por último,
compañeras y compañeros, el próximo 26 de julio conmemoraremos junto al pueblo
de Artemisa el 61 aniversario del Asalto a los cuarteles Moncada y Carlos
Manuel de Céspedes, en la joven provincia que fue cuna de muchos de los
valerosos protagonistas de aquella epopeya. En esta ocasión corresponderá a uno
de ellos, al Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, pronunciar las
palabras centrales.
Trabajemos
para preservar las conquistas de la Revolución, por las que tantas generaciones
de cubanos han luchado, y alcanzar la construcción de un socialismo próspero y
sostenible.
Eso es todo por ahora,
Muchas gracias.