jueves, 17 de abril de 2014

A Chris lo asesinó el gobierno de Estados Unidos




Fotos de la Internet

Un mortero cegó la vida del fotoperiodista Chris Hondros. No será la última de las víctimas provocadas por las guerras del gobierno de Estados Unidos en su expansión hegemónica imperial sobre el resto del mundo. Antes, murieron otros: todos víctimas causales de un propósito: el control de los recursos del mundo en manos de los círculos del poder mundial. Algunos de sus colegas cayeron o caerán bajo la siguiente metralla, otros como objetivos de francotiradores cuya misión también incluye el silencio de los reportes relacionados con las acciones bélicas del propio ejército de ocupación militar imperialista (léase invasores) y mercenarios apostados en los dos bandos: el intervencionista y el de la oposición al gobierno que Estados Unidos y sus aliados pretende ejecutar.

No podemos olvidar el asesinato del camarógrafo español José Couso, en Bagdad (2003) las reclamaciones legales de la familia Couso, atribuye el crimen a tres soldados estadounidenses que dispararon desde un tanque contra el Hotel Palestina, donde se hospedaban periodistas que cubrían el conflicto. Estos militares estadounidenses fueron acusados por un jurado en 2007; sin embargo, el caso fue cerrado en 2008.



El pasado año 129 periodistas murieron en lugares de conflicto bélico. La cifra corresponde a lugares donde se realizan acciones de intervención imperial como es el caso de Siria, Afganistán, Iraq y Libia, por citar algunos. En muchos países bajo el bombardeo mediático de Estados Unidos y sus aliados, también se observan escalofriantes reportes, como en Honduras, Guatemala, Salvador, Colombia y México, por citar otros ejemplos.
Según el currículum de Chris Hondros (Libia, 2011), el colaborador de Getty Images y nominado al Premio Pulitzer, había estado en países como Afganistán, Pakistán, Liberia o Sierra Leona. Pero la foto que lo hizo trascender fue tomada en Iraq, y en la que aparece una niña cubierta de sangre y gritando después de que sus padres fueran asesinados por soldados estadounidenses en la ciudad de Tal Afar.
Imagen que hizo recordar algunas escenas ya repetidas del holocausto que se vivió durante la Segunda Guerra Mundial y más reciente en Viet Nam. Era, sin dudas, un documento que revelaba los horrores que convirtieron en víctimas a los victimarios que participaron como soldados y después _al regreso a sus países_ murieron por suicidio, eliminaron a familiares, amigos o conciudadanos, o padecen el síndrome de estas guerras que los consumen lentamente en una especie de infierno interior del cual no podrán escapar jamás.
Se dice que Hondros viajaba con la patrulla (del ejército de intervención en Libia) y decidió publicar las imágenes; a pesar de que sabía que sería expulsado del grupo. Por supuesto, tal separación se corresponde a la férrea censura impuesta por el ejército sobre el control de las imágenes tomadas durante operaciones militares, con el objetivo de que sean publicadas fuera del contexto en el cual manipulan a millones de personas, de todo el mundo, con una realidad tergiversada. 
Las fotos tomadas en diferentes épocas: La de arriba por Chris y la de abajo por. Huynh Cong "Nick" Ut. Los autores del mismo crimen: El gobierno imperialista de Estados Unidos.


Como era de esperar, tales imágenes, impactaron a la sociedad de su país, Estados Unidos, Estas fotos causaron un hondo impacto en la sociedad norteamericana, convertidos por obra y gracia de los medios de difusión masiva _como a otros millones de personas en todo el planeta_ en los nuevos esclavos que “habitan” atrapados en la virtualidad de las redes ciberespaciales, controlados desde las plataformas: Facebook (quien pretende incrementar 5 000 millones más de usuarios que residen en zonas de difícil acceso de comunicación, mediante drones capaces de permanecer por tiempo indefinido en vuelo (proyecto de avión habilitado con energía solar), Twitter, Google, y otras que tributan para los círculos de poder mundial y sirven de base (de exploración y laboratorio sobre el comportamiento y control de los millones de seres humanos), a partir de las nuevas tecnologías construidas por el Complejo Militar Industrial.
La sistemática presencia de drones y su construcción por las diferentes potencias mundiales con (fines bélicos) avizora un mundo para la confrontación entre los hombres con el apoyo las máquinas, más allá de futurista visión descrita en la famosa obra de H.G.Wells. 
Pero, en el caso de los periodistas muertos en zonas de conflicto imperial, los reportes sobre estas víctimas no incluyen expresar la realidad de los hechos, o sea las causas y mucho menos la presencia de las víctimas y victimarios (militares, también esclavos) que forman parte del ejército imperial y sus aliados. Solo basta escuchar la opinión de pilotos de bombardeo de los drones (manejados por control remoto) sobre los targets. Ellos declaran que son como “insectos”. Así, específicamente, lo definen los “pilotos” de drones.
En el caso de Chris, como otros, también fueron asesinados por el gobierno de Estados Unidos y sus aliados de coalición imperialista que persiguen controlar todos los recursos naturales del mundo y convertir en esclavos ciberespaciales a millones de personas en el planeta.