Fotos de la Internet
Todas las
administraciones norteamericanas, desde el triunfo de la Revolución cubana,
hasta la fecha rehuyeron cualquier tentativa de diálogo directo con el Gobierno
de Cuba, incluso antes de fijar las regulaciones que establecieron el bloqueo
contra la Isla y ni siquiera se pronuncian en retirar la obsoleta y genocida
política. Más reciente la situación desastrosa causada por la intervención (encubierta)
de las comunicaciones de la empresa cubana ETECSA, por la agencia USAID (léase
CIA) ha generado una fuerte polémica sobre los excesos de Washington en su política
de agresiones contra Cuba, pero solo eso: mucho ruido como el que pretende el senador
demócrata Robert Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del
Senado, pero nada más.
El señor
Menéndez solicitó (el pasado jueves) los documentos de todos los programas de
promoción del acceso a Internet auspiciados por la Agencia para el Desarrollo
(USAID), a partir de la audiencia exigida al director de la USAID, Rajiv Shah,
quien mintió _con el estilo propio de la administración estadounidense_ en
relación al verdadero propósito de la creación de una red (Zunzuneo) que ha
provocado daños y prejuicios a la entidad cubana del Ministerio de la
Informática y las Comunicaciones, toda vez que fueron manipulados, con
propaganda para establecer fines subversivos, de manera secreta, apropiándose
de datos y otras informaciones de los clientes con servicio celular en la Mayor
de las Antillas.
En medio de
escándalos de espionaje _a nivel mundial_ que implican a diferentes agencias de
inteligencia norteamericanas_ el señor Menéndez alardeó, públicamente, al
solicitar la revisión de todos los documentos vinculados a ese tipo de
programas que lleve a cabo la agencia (USAID) en cualquier lugar del mundo, con
el objetivo de analizar si Estados Unidos “está siendo o no” un apoyo en ese
sentido.
La ambigüedad
de si Estados Unidos “está siendo o no” deja en lo oscuro si Estados Unidos “está
siendo o no efectivo con su programa de guerra ciberespacial que tantos
millones de dólares requiere para garantizar la supremacía mundial en el
ciberespacio y el control de las infocomunicaciones de todas las naciones.
En este sentido
pudiera entenderse el por qué solicita conocer o analizar su alcance. Lo
confirma cuando expresa: “Queremos ver qué está pasando en todo el espectro.
Así que le pido que nos proporcione información sobre todos esos programas,
toda la programación de esos programas, todos los tweets y todos los correos
electrónicos y podamos así hacer un informe sobre ello”, insistió. Un largo y
voluminoso informe que las agencias de inteligencia norteamericanas no estarían
dispuestas a presentar ni pudieran hacerlo en detalles sin comprometer
materiales altamente calificados como ultrasecretos en la guerra imperial de
Estados Unidos.
La alarma se
extendió a los medios convencionales de información de Estados Unidos, cuando
se reveló que, desde el año 2009, el programa ZunZuneo, posibilitó sustraer las
cuentas telefónicas de medio millón de números de teléfonos celulares de ciudadanos
en Cuba.
La
estrategia de penetración subversiva no es desconocida, ni para el señor
Menéndez, ni para el presidente de ese país, el señor Barack Obama. Recuérdese
que posterior a 2009, Washington, facilitó la transferencia del dinero
requerido para las acciones de guerra encubierta contra la Isla.
Se conoce que
la red ZunZuneo logró controlar aproximadamente unos 40.000 usuarios,
especialmente jóvenes, con el objetivo de colocar mensajes que facilitaran la
movilización contra el gobierno cubano.
A pesar de
la negativa de la Casa Blanca para retirar el bloqueo contra Cuba, ninguna de
sus agencias de inteligencia que vigilan _hasta el comercio de medicamentos con
filiales norteamericanas_ hizo la vista gorda para que se crearan empresas
soportes de este programa, en naciones como España y la financiación de
cuentas, a través de las Islas Caimán o Pakistán, algo que ha sido negado,
insisto (al puro estilo del gobierno norteamericano) por el director de la
USAID.
Por su
parte, el señor Shah, explicó ante el Congreso que el programa “ya no está
activo”, (como si eso fuera suficiente) y que su propósito fue “permitir que la
gente se comunicara tal como ocurre en casi todas partes del mundo”, cuando en
realidad toda la información obtenida es considerada no solo como una forma de
espionaje en cualquier nación del planeta, sino un ataque a la integridad de
los ciudadanos que fueron espiados y cuantiosos daños a la empresa ETECSA, por los
perjuicios causados en su actividad comercial, al quedar expuesto su estructura
de servicio.
Según
reportes, el senador republicano de origen cubano Marco Rubio rechazó durante
la audiencia de este jueves las insinuaciones sobre la ilegalidad del programa
“ZunZuneo”, programa que estaba completamente “bajo el mandato” de la USAID.
¿Entonces, según el senador, Estados Unidos tiene el derecho de realizar un
ataque de esas dimensiones contra un país, sin que se considere ilegal y
violatorio de las normas internacionales?
El senador
Rubio debería exigir al Congreso el por qué se oculta al pueblo norteamericano
información sobre los verdaderos objetivos del bloqueo impuesto contra Cuba por
más de medio siglo, sus consecuencias directas en la vida de los ciudadanos de
la Mayor de las Antillas, la persecución y multas a empresas o filiales
norteamericanas que intenten contratos para adquirir alimentos o medicamentos
en función de patologías como el cáncer. Debería reclamar información, a su
gobierno, en relación con los daños provocados por los ataques directos contra
nuestro país, de las víctimas humanas y pérdidas millonarias en recursos
básicos. Debería reclamar el por qué se entorpece cualquier intento de
intercambio científico entre las universidades de la Isla y los Estados Unidos.
Debería solicitar una lista tan larga de información que debe incluir la verdad
sobre el por qué el gobierno de su país, permitió que fueran injustamente
encarcelados los Cinco antiterroristas cubanos que penetraron a los grupos de
ultraderecha que lideran los ataques contra Cuba, por supuesto, con el apoyo
del Congreso de los Estados Unidos.
Quisieron,
con el ZunZuneo, lograr lo que no pudo en Girón con la criminal invasión
mercenaria, apoyada en medios de combate naval y aéreo de los Estados Unidos.
Debería
conocer la historia de Cuba, la verdadera, la que nos hace diferentes a todos
los intentos de crear una “primavera de subversión” cuando en la memoria del
pueblo cubano está presente que el destino de la Patria solo puede ser
defendido, precisamente, apoyados desde las raíces de nuestra historia y en las
luchas por la independencia que nos permitieron alcanzar la invulnerabilidad
militar y lucha por alcanzar la sostenibilidad del proyecto socialista en los
necesarios cambios y regulaciones para el desarrollo de la economía nacional,
con disposición al diálogo con Estados Unidos, pero mediante el respeto mutuo y
la no intervención en los asuntos internos de nuestro país.