miércoles, 5 de junio de 2013

El collar no hace la diferencia




Claudia Rodríguez
 
Foto tomada de la Internet



Las recientes declaraciones del ministro de defensa de Colombia, con respecto al ingreso de su país a la OTAN, disminuye las tensiones entre Bogotá y Caracas, pero las palabras del presidente Santos no establecen la diferencia entre “miembro” y “socio”.
En medio de las tensiones generadas por el expresidente Álvaro Uribe _durante su gestión al frente del gobierno y su posición actual en relación con el proceso de Revolución Socialista en la República Bolivariana de Venezuela_, las declaraciones del presidente colombiano Juan Manuel Santos, tuvo el efecto de la detección de un artefacto explosivo en medio de una reunión de UNASUR.
Por supuesto, la protesta de Caracas no se hizo esperar. El precedente de un conflicto regional que involucre a Colombia como punta de lanza contra Venezuela forma parte de los propósitos de Estados Unidos para modificar la correlación de fuerzas en contra de las revoluciones populares que se consolidan, a través de procesos electorales verdaderamente democráticos y con una proyección social que no es del gusto de Washington.
No obstante, el ministro de Defensa colombiano Juan Carlos Pinzón, trató de suavizar lo expresado por su presidente al explicar que su país "no puede ni quiere ser miembro" de la alianza, sino un "socio". ¡¿...?!  ¿Cuál es la diferencia?
Debemos tener en cuenta varios factores que no pueden ser obviados. Entre ellos dos que considero fundamentales en mi opinión: la posición asumida por los diferentes gobiernos de Bogotá con respecto al conflicto que desangra al país por décadas, en relación con las guerrillas, y las interferencias (gubernamentales de pleno acuerdo con los intereses de la Casa Blanca) contra el diálogo en el proceso de paz. Sin pasar por alto el Plan Colombia (latente) concebido por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, bajo la máscara de la USAID y la “lucha contra el narcotráfico”,  para mantener el foco de tensiones en la región y la posibilidad de establecer bases militares estadounidenses (recuérdese Honduras) que les permitan acceder hacia diferentes puntos geográficos como el territorio de Venezuela.
En este sentido la contrapartida en las declaraciones del presidente Santos, en la voz del ministro de Defensa (Pinzón) al diario El Tiempo, trata de explicar y hacer creer (a la opinión pública nacional e internacional) que su país y la OTAN “buscan un acuerdo de cooperación que no contempla la posibilidad de recibir a tropas extranjeras o darles acceso a bases militares”.
Lo cierto es que, Pinzón, habla de otro “collar” para definir el asunto de las relaciones con la OTAN. “socio” o “miembro”, tal posición es un golpe bajo a la voluntad de integración regional, inmersas en una posición de trabajo, desarrollo y relaciones históricas comunes. Por supuesto, fuera de los designios extraterritoriales y hegemónicos del gobierno de Estados Unidos. En caso necesario, el “socio” pediría la presencia de sus “socios” OTAN y en cuestión de horas las primeras avanzadas de tropas serían integradas por el “socio” más cercano: Estados Unidos.
De ahí que la corrección de Pinzón no ha borrado la alarma generada por la posibilidad de que una nación latinoamericana, específicamente Colombia (inmersa en un tenso proceso de Paz) abra sus puertas a una alianza imperialista cuya sola mención obliga a convocar (al resto de los países del área) a enfrentar el peligro duplicado de la presencia militar norteamericana reforzada en los brazos armados de sus aliados imperialistas.
Precisamente, el secretario general de la Unasur, Alí Rodríguez Araque, aseguró _en entrevista con TeleSur_ que si bien la declaración de Pinzón niega la voluntad de integrarse a la OTAN, "habrá que ver entonces qué grado de cooperación es el que están planteando". Añadió: "Será eso lo que determine qué actitud asumir frente al vínculo.”
Por su parte los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, expusieron su preocupación y rechazo ante la posibilidad entredicha por Santos, aunque fuentes de la OTAN aseguraron que Colombia no cumple los "criterios geográficos" para ser miembro, pero ratificaron que se plantean aumentar la cooperación con el apoyo de Estados Unidos. 
Según expuso la secretaria de Estado adjunta de EE.UU. para Latinoamérica, Roberta Jacobson, en conferencia de prensa, su país tiene como objetivo "ciertamente apoyar a Colombia como miembro capaz y fuerte de muchas organizaciones multilaterales, y eso puede incluir la OTAN.”
Seguidamente subrayó que la decisión "tendrá que tomarla la OTAN", pero Estados Unidos "ha apoyado ciertamente que Colombia esté más comprometida" en el plano internacional, y acercarse a la organización transatlántica "es algo que a los colombianos les ha interesado desde hace un tiempo".
Las declaraciones de la secretaria Jacobson no deja lugar a dudas con respecto al collar dispuesto para Colombia y concretar los pasos previstos (Plan Colombia) para basificar el territorio e intervenir, con cualquier pretexto, contra las naciones consideradas enemigas de Washington en la región.