viernes, 19 de abril de 2013

Washington: reclamaciones y amenazas contra el pueblo de Venezuela



Claudia Rodriguez

Foto tomada de la Internet


Después de una serie de sucesos violentos que estremecieron a la población norteamericana, durante lo que va de año, _el desafío de la administración federal no se enfoca al fracaso de la política de la Casa Blanca en el orden doméstico y a la solución de los problemas que provocan víctimas por el descontrol de las armas, sino a una proyección externa que le permita a sus fabricantes mantener el mercado de la guerra.


 No obstante y, en este sentido, la imagen _cada vez más deteriorada del señor Obama_, obliga a un “cambio” y, toca al secretario de estado, John Kerry, asumir el papel de ironman (hombre de hierro) en una proyección que rebasa los límites de lo aceptable en la comunidad internacional.
Lo hemos escuchado referirse al conflicto generado por los Estados Unidos y Seul con respecto a Corea del Norte. Nada importa cuando los asesores de inteligencia garantizan que se puede tirar del cordel hasta el punto de presionar a Pyongyang a descubrir su capacidad para realizar un ataque nuclear como si tal asunto _que implica otros actores conocidos: Rusia y China (con capacidad de respuesta nuclear)_ fuera un ciberjuego.
El rostro compungido del señor Kerry ha sido fotografiado en todos los nuevos escenarios relacionados con los conflictos de Estados Unidos en ultramar. Recientemente el secretario de estado ha declarado que “debe haber un recuento” de votos en Venezuela, y advirtió de que su país tendrá “preguntas serias” si determina que hubo irregularidades en las elecciones del domingo.
¿Preguntas serias? ¿A qué preguntas serias se refiere el señor Kerry, en cuanto a la decisión del pueblo soberano de Venezuela para realizar sus elecciones?
Resulta evidente que el fracaso del líder de la oposición, Henrique Capriles, no estaba contemplado “seriamente” por la Casa Blanca. Es más, la expresión del señor Kerry, demuestra el vínculo de sectores de inteligencia de su país y dinero desde su país, para apoyar al señor Capriles. De lo contrario, el gobierno de Estados Unidos, no tendría "preguntas serias" que hacer con respecto a la decisión del pueblo de la República Bolivariana de Venezuela, al elegir como presidente al candidato del Socialismo, a Nicolás Maduro.
El titular de Exteriores norteamericano es evidente que fue autorizado a declarar que considera “muy dudoso” que Washington envíe una delegación a la toma de posesión del Presidente Nicolás Maduro, prevista para hoy viernes, dadas las “circunstancias debatibles” en las que se produce.
¿Qué circunstancias debatibles?
El señor Kerry se refiere a la expresión del Presidente Nicolás Maduro, cuando aseguró que aceptaba un recuento, pero obvió decir que Maduro se refiere a los votos emitidos después que el Colegio Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, diera su informe irreversible con respecto al ganador de las recientes elecciones con las garantías previstas, durante todo el proceso, para ambos candidatos.
El señor Kerry asegura que “otros países (un término indefinido para dejar un margen de dudas) y la OEA (Organización de Estados Americanos) han pedido también un recuento, así que veremos qué ocurre.” ¿La OEA…? Bueno, en este caso, debe recordar (por supuesto lo sabe) la posición de la mayoría de las naciones que integran el obsoleto organismo OEA y los criterios de renunciar a la misma.
Esa es la razón, quizá, aprovechada por Washington al pretender fortalecer su presencia en la región, mediante la OEA, y la posibilidad de retomar el control de los recursos energéticos de Venezuela, después de la desaparición física de un enemigo declarado de Estados Unidos, el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez.
También “olvidó”, el señor Kerry, explicar la reacción violenta de la oposición representada por (el candidato representante de los intereses de la Casa Blanca, en Venezuela) el señor Capriles, durante los ataques realizados (de inmediato) y que costaron la vida de mujeres y hombres venezolanos. Estaba claro que Washington apoyaría una intervención militar (no exagero) si el gobierno del Presidente Nicolás Maduro, no hubiera llamado al respeto y la paz entre los ciudadanos cualquiera fuera su proyección política. Otra victoria que la Casa Blanca pretende omitir. Otra derrota que, también en el mes de abril, propinó el pueblo de Venezuela a quienes intentaron repetir un golpe de estado contra el pueblo.
Los violentos crímenes de la oposición venezolana se produjeron como parte de un guión concebido por los que apoyaron la canditatura de Crapiles.

De hecho, la proyección del señor Kerry es el preámbulo de su escalada por el primer puesto en la Casa Blanca. Ya lo intentó una vez. Ahora contará con el apoyo de la bancada repúblicana y los congresistas representantes del poderoso lobby de la Florida, quienes han dado luz verde. 

Por supuesto, el tema Venezuela resulta estratégico para evitar el desarrollo de Cuba y las revoluciones sociales que, en Latinoamérica , apuestan por la construcción de un Socialismo como sistema para borrar los siglos de explotación y penurias sufridos por nuestros pueblos del Sur.