Sumario: Con
respecto a la amenaza pronunciada por Washington contra Julian Assange,
fundador de WikiLeaks, ya comienza a moverse el escenario hacia lo que pudiera
ser calificado como un reality show en el cual, el señor Assange pudiera
convertirse en un Caballo de Troya.
Coincido con
el analista político Jorge Capelán en su criterio a Russia Today, publicado en
el sitio digital Cubadebate, quien asegura que “Washington perseguirá a Julian Assange incluso si no es extraditado a
EE.UU.”
La Casa
Blanca considera que el fundador de WikiLeaks ha “destapado” el top secret _de
la documentación confidencial diplomática estadounidense, en muchos casos
relacionada con asuntos previos a sus intervenciones militares imperialistas;
aunque también muchos observan este destape, en la Internet, como parte de un
gran espectáculo mediático a través del cual se mueve o distorsiona la opinión
pública mundial en esos torbellinos de noticias manipuladas por las grandes
transnacionales de la desinformación mediática y que responden a los círculos
del poder mundial.
Bien, lo
primero que habría de preguntarse para entender lo expuesto por el analista
Jorge Capelán, es el ¿por qué Estados Unidos no ha decidido invadir a Gran
Bretaña? Por supuesto, exagero, no haría falta, el gobierno británico
entregará al señor Assange en cuanto salga de la sede diplomática ecuatoriana
donde, actualmente, se encuentra en espera de la respuesta a la solicitud de
asilo político.
Todos
sabemos que el criminal ataque del 11S, sirvió de base para salir a “buscar”,
más bien invadir a Iraq, en donde se suponía estaba el líder de Al kaeda, Bin
Laden. A muchos se les olvidó que los aeropuertos estadounidenses cerraron ante
la real contingencia; excepto para los naves donde saldrían los miembros de la
multimillonaria familia saudí ligada al entonces buscado Bin Laden (y en el
negocio del petróleo a los Bush). Un detalle que no se tuvo en cuenta, en aquel
preciso momento ocurrido tras la caída de las torres del World Trade Center. Un
hecho que, como muchos otros, aun ponen en cuestionamiento la actitud asumida
por la Casa Blanca ante los previos informes de inteligencia que adelantaban la
posibilidad del ataque terrorista que estremeció al mundo.
En el caso
de la solicitud de asilo político de Assange, no debemos pasar por alto esa
indiscutible verdad del analista Capelán, si no podemos ver la real amenaza de
buscarlo “donde esté” como una clara advertencia al gobierno de Ecuador. Por
supuesto, no bastaría nada más que Londres accediera a dejarle salir en medio
de un gran show mediático o reality show en el cual las televisoras y la
internet se movilizarían para no dejar un detalle en relación con el hombre
“más buscado” y considerado un peligro para la seguridad de Estados Unidos.
Por su
parte, el gobierno de Ecuador aseguró que se pronunciará al respecto, pero el
propio Assange afirmó, en una entrevista concedida a ABC, desconocer si la nación
andina tomará una decisión _que le favorezca_ con respecto a su caso; sin
embargo, se mostró confiado en que el país sudamericano le conceda el asilo
político, debido a la posición asumida en noviembre de 2010, cuando el país
andino le ofreció asilo político sin condiciones. “Invitamos a Assange a
Ecuador para que pueda publicar libremente la información que posee, no solo a
través de Internet, sino también a través de otros medios públicos”, comentó en
aquel entonces el viceministro de Relaciones Exteriores ecuatoriano, Kintto
Lucas.
Los reportes
de los medios de información aseguran que a Julian Assange le espera la pena de
muerte en caso de ser procesado, en Estados Unidos, por la publicación de unos
250.000 archivos secretos de la diplomacia estadounidense.
Pienso que
no ocurrirá tal salida de Londres con destino a Sudamérica porque, en mi
criterio (insisto), ya las autoridades británicas expresaron que no dejarán
salir a Assange, de la sede diplomática, sin capturarlo. Mucho menos le
permitirían llegar a ningún aeropuerto que no sea una base militar en Estados
Unidos, después de su extradición. No obstante, su presencia en la sede
diplomática ecuatoriana le convierte, de facto, en un Caballo de Troya.
Cualquier movida por parte del gobierno de Ecuador, en favor del señor Assange,
podría ser tomada como una acción contra Estados Unidos. Es, por tanto,
aventurado emitir un análisis que nos lleve mucho más del punto donde ahora nos
encontramos.
Por el
momento, el lobo en Washington observa y pudiera emitir su primer aullido para
reclamar su presa. La hiena británica no esperaría mucho tiempo para
secundarlo.Por supuesto, ya accedió a extraditarlo.