viernes, 20 de abril de 2012

Una Isla en el universo audiovisual del niño latinoamericano y caribeño.

Claudia Rodríguez León
Fotos: Tomadas de la Internet
Sumario: En poco más de una década el Cine cubano abre sus puertas a proyectos concertados a partir del universo audivisual del niño latinoamericano. En particular, los esfuerzos del psicólogo Pablo Ramos; especialista del ICAIC y quien defendió el tema del universo audiovisual del niño latinoamericano a partir de la realización de los primeros festivales del Nuevo Cine Latinoamericano. 

En poco más de una década el Cine cubano abre sus puertas a proyectos concertados a partir del universo audivisual del niño latinoamericano. Tales han sido los exitos de los filmes: ¡Viva Cuba!, Habanastation, Y, sin embargo…, tanto en las salas de exhibición nacionales como en los circuitos de competencia internacionales. 

(Cartel del filme: Viva Cuba¡)
Recuerdo, en particular, los esfuerzos del psicólogo Pablo Ramos; especialista del ICAIC, quien defendió el tema del universo audiovisual del niño latinoamericano a partir de la realización de los primeros festivales del Nuevo Cine Latinoamericano. Lo que parecía una odisea _en medio de la traumática realidad latinoamericana de los setenta y su obligado reflejo y extensión a la filmografía de la época_, no daba margen a largometrajes de ficción interpretado por niños y dirigidos a los niños.
Durante décadas este objetivo debió esperar su momento, mientras las superproductoras norteamericanas _lideradas por Walt Disney_ lanzaron películas que, más allá de su fama y reconocimiento estético,  se apropiaban del universo audiovisual del niño casi convertido en exclusivo para sus estudios.
Historias universales, como los cuentos sobre Aladino, fueron concebidas por los guionistas estadounidenses para reescribirlas con nuevas historias que atrapaban a la grey infantil en el poderoso negocio mediático que se multiplicaba en video-juegos y otras acciones filmográficas nada didácticas, repletas de mucha violencia y corporativamente invasoras si tenemos en cuenta la competencia aplastante en relación con la escasa producción latinoamericana.
La noticia más reciente es el premio recibido por HabanaStation, al mejor largometraje en Marsella Internacional Film. Se prevé que la película de Ian Padrón, alcance un lauro en la esperada celebración del Habana Film Festival, en Nueva York.
Las cintas, antes señaladas, no excluyen la participación de noveles actores cubanos (muchos provenientes de la Compañía La Colmenita) en otras como El ojo del canario, del realizador Fernando Pérez, quien ya piensa proyectos relacionados con historias dirigidas y en las cuales participen personajes relacionados con el universo audiovisual de Nuestra América.
No es aventurado decir que si ya nos integramos en una Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, se pueda concebir la participación de las naciones del área en potenciar el Nuevo Cine Latinoamericano con películas actuadas por niños, pero con un mensaje que permita recrear el mundo interior de sus personajes en correspondencia con las nuevas páginas que escriben para la historia nuestros países. 
(fotograma del filme: Habanastation)

Y, sin embargo…, ¡es bloqueo!


Claudia Rodríguez León

Foto tomada de la Internet

Sumario: Una de las cuestiones que demuestran la “crecida” de una Latinoamérica y el Caribe, se observa en el rechazo a un bloqueo criminal que trasciende el medio siglo y obliga a una reflexión real y objetiva de Washington con respecto a un necesario cambio en las relaciones con la Isla.

Una de las cuestiones que demuestran la “crecida” de una Latinoamérica y el Caribe, unidas, se demostró al llamar por su nombre: bloqueo, la medida extraterritorial más absurda y genocida aplicada por un país contra otro soberano que es el caso de Estados Unidos contra Cuba.
No se trata de “embargo” a la Mayor de las Antillas, como se han esforzado mediáticamente, los políticos de la ultraderecha y la prensa occidental, sino de un bloqueo criminal que trasciende el medio siglo y obliga a una reflexión real y objetiva de Washington con respecto a un necesario cambio en las relaciones con la Isla.
Algunos políticos ya le hacen ver al presidente Obama las consecuencias de mantener la presión que ejerce _sobre la administración de la Casa Blanca y el Congreso_, el activismo contrarrevolucionario de políticos ultraderechistas como los hermanos Díaz-Balart y la Ros Lethinen.
La reciente Cumbre de las Américas, dejó un vacío inmenso, insondable en las futuras e inmediatas formas de relaciones entre los Estados Unidos con el resto de las naciones de Latinoamérica y el Caribe, con la excepción de algunos países, los menos, muy comprometidos (sus gobiernos oligárquicos) con la Casa Blanca.
En cuanto al señor Barack Obama, debemos reconocer su posición (corredor) en este juego de fútbol americano que significa llevar el balón de la obsoleta política exterior estadounidense hasta una yarda favorable a los intereses de la minoría que representa el poder de esa nación e se integra al Tea Party a escala mundial.
Obama no se equivocó.
Es una ficha de cambio en la imagen de Estados Unidos, no representa el cambio en sí mismo. Nada pudo hacer más que tratar de ser un Robin Blood (no está mal escrito, traducido sería gorrión sangriento) que ha permitido ser utilizado para lanzadera de otros que se quedaron en las sombras de lo más reaccionario y debían esperar un poco de “aire” antes de proseguir la escalada imperial dentro y fuera del país.
Me refiero, específicamente, a los esfuerzos por controlar los recursos del Oriente Medio y silenciar a los indignados antes que se convierta en un movimiento con mucha mas fuerza como para exigir su representación en los círculos actuales del poder constitucional.
Ahora le toca el turno, en la carrera por la Casa Blanca, al señor Mitt Romney, ultraderechista que ha presentado sus “cartas credenciales” en relación con la política a seguir contra Cuba.
De esta forma ya tendrá ganado el voto de la “Capital Electoral de (Estados Unidos) Miami.”
En caso de llegar el señor Romney tendrá parte del camino desbrozado hacia el Oriente Medio y la continuidad de las guerras y las presiones contra sus enemigos históricos: Rusia y China, quizá no sean el mayor problema, si tenemos en cuenta que la pérdida de espacio de Washington en Latinoamérica y el Caribe, lo coloca en la urgencia de retomar los golpes de estado como pretendieron realizar en Venezuela, Ecuador y finalmente lograron en Honduras.
El bloqueo no será confundido con la definición de “embargo”, no obstante, será la punta de lanza de cualquier administración norteamericana para tratar de destruir a la Revolución cubana, aunque _medio siglo después_ no recuerdan que la primera gran derrotada sufrida en Girón se multiplica en la profecía del Che, habrá muchos más Girón para Estados Unidos. Así fue demostrado en la fracasada y mal llamada Cumbre de las Américas.

 En la foto un niño de una Sala de Oncología de Cuba. A pesar de los esfuerzos del Estado cubano, estos pequeños (también los adultos) son afectados por el bloqueo de medicamentos y recursos médicos (tecnología) por parte del gobierno de Estados Unidos. Estos niños también son considerados un "peligro" para el gobierno de la Casa Blanca de la misma manera que resultó la presencia de la Compañía Infantil, la Colmenita, durante su visita a Estados Unidos.