lunes, 24 de septiembre de 2012

¿Por qué y sobre qué bases se realizan las elecciones en Cuba? (III)




Claudia Rodríguez León

Foto tomada de la Internet (pendiente)

Sumario: Desde la experiencia llevada a cabo en Matanzas _a partir del año 1974_, el sistema electoral cubano ha demostrado su efectividad al garantizar la representatividad de los intereses del pueblo en las decisiones del Estado. Esta premisa ha permitido el avance de los programas sociales y los planes de desarrollo económico a pesar del impacto causado por el bloqueo estadounidense y pérdidas de un billón de dólares.

La necesidad de consolidar un sistema electoral realmente popular y democrático ha sido una prioridad en Cuba desde la experiencia realizada en Matanzas (en 1974) para la creación de los órganos locales del Poder Popular. Después de casi cuatro décadas resulta imprescindible la constante participación de los ciudadanos en la gestión estatal y de Gobierno en correspondencia con las bases del proceso social Socialista y las condiciones específicas del país.
En este sentido el sistema electoral cubano es auténtico y se fundamenta en la acción conjunta y coordinada del Partido Comunista, los Órganos del Poder, las organizaciones de masas y muy especialmente la Central de Trabajadores de Cuba y los sindicatos, sin interferir, de acuerdo con sus funciones, atribuciones y responsabilidades en la dirección de la sociedad.
En los ataques ciberespaciales contra la Mayor de las Antillas, las agresiones mediáticas _de la prensa al servicio del gobierno norteamericano_,  prioriza la demonización de las elecciones en Cuba, debido a la permanencia del Partido Comunista y su capacidad de influencia como principal garante del cumplimiento de los planes acordados por la dirección del Estado. Sin embargo, el Estado tiene un papel especial muy importe en la administración de la sociedad.
Los delegados del Poder Popular, en todos los niveles de Gobierno, pueden ser reelegidos o revocados de no cumplir sus funciones. De esta forma responden a una esencia popular incomparablemente superior a la de cualquiera de las democracias que se muestran como modelos en el mundo. Otro elemento importante y distintivo se refleja en la no remuneración material como privilegio a quien ocupa esa responsabilidad social. Incluso los delegados mantienen sus ocupaciones laborales lo cual implica un elevado grado de desprendimiento individual y espíritu de sacrificio.
El Periodo Especial que enfrenta Cuba desde el inicio mismo de la década de los noventa (vigente en la actualidad, debido al bloqueo estadounidense), es agudizado por los efectos de una crisis económica internacional que exige enfrentar mayores desafíos para el desarrollo del proceso de construcción del proyecto socialista cubano. No obstante, el pueblo de Cuba ha demostrado su capacidad para mantener su soberanía e independencia al participar en las decisiones de su propio Parlamento sin injerencias ni presiones e influencias extranjeras.