miércoles, 30 de mayo de 2012

Repsol no deja una huella de incertidumbre en aguas cubanas, sino un “gato”


Claudia Rodríguez León

Fotos tomadas de la Internet




Claudia Rodríguez León

Fotos tomadas de la Internet

Sumario: Abordar la retirada de la compañía petrolera española Repsol _que realizaba prospecciones en Cuba_ obliga a introducirse en un tema complejo cuyas aristas van mucho más allá de las declaraciones de los ejecutivos principales de la transnacional española.

Abordar la retirada de la compañía petrolera española Repsol _que realizaba prospecciones en Cuba y después de haber gastado unos150 millones, de dólares o euros, en un pozo seco_  obliga a introducirse en un tema complejo cuyas aristas van mucho más allá de las declaraciones de Repsol, precisamente, cuando todo parecía que marchaba bien y las pruebas realizadas en el lugar de la perforación habían dado resultados alentadores.
Repsol asumió que existen mejores perspectivas mucho más rentables en otros países como Brasil y Angola. Es su derecho; sin embargo, podríamos tener en cuenta dos elementos importantes a la hora de analizar esta retirada y, sin cuestionar, la decisión de la compañía española que posee acciones de otros países capitalistas reconocidos como Gran Bretaña y el propio Estados Unidos.
Primero, en mi análisis, tengo en cuenta el duro revés que significó la decisión de la República Argentina al nacionalizar el 51 por ciento de YPF, de la Repsol. Prácticamente se movilizaron las naciones involucradas en la compañía petrolera, hubo casi un sismo en la bolsa de valores y amenazas públicas por parte de altos funcionarios de Repsol en los principales diarios de Estados Unidos, Gran Bretaña y España; además del pronunciamiento agresivo de influyentes figuras vinculadas a los círculos del poder en los gobiernos de la coalición imperial_ que incluyeron, en consecuencia, la ridiculización de la presidenta Cristina Fernández (incluso la calificaron de “ladrona”, izquierdista, etc).
Así lo expresaron en la agresión mediática contra la medida nacionalista argentina:
El influyente diario estadounidense The Wall Street Journal pidió la expulsión de Argentina del G-20, para castigar a la presidenta Cristina Fernández por la nacionalización parcial de la empresa petrolera YPF.
El diario arremete contra la mandataria al punto de calificarla de ladrona, pues según su punto de vista, nacionalizar la empresa fue un robo a la transnacional española Repsol.
“Al robar Repsol, la señora de Kirchner pretende aprovecharse de los sentimientos nacionalistas” y hacerse con los suministros de petróleo y los medios para alimentar “la maquinaría del clientelismo político” asegura el influyente medio de prensa.
En su editoral, The Wall Street Journal acusa a Cristina Fernández de alentar sentimientos nacionalistas para salvar su presidencia y de destruir el modelo económico de la nación sudamericana.
Por su parte, otro importante medio de prensa norteamericano, Washington Post, calificó a la mandataria de populista y la acusó de apartarse del “progreso económico” de sus vecinos.
En un artículo de opinión titulado “Argentina elige su pasado”, el diario apunta que cuando fue reelegida presidenta el pasado octubre tenía la opción de “continuar con el populismo autocrático que practicaba antes de las elecciones o llevar a su país hacia los mercados globales y el mundo democrático”.
Por supuesto, otros diarios trataron de pasar un “paño tibio” al referir la nacionalización como un derecho reconocido en la Constitución de Argentina, frente a deficiente gestión de Repsol en la administración de YPF que “obligó a Buenos Aires a desembolsar alrededor de 9400 millones de dólares en 2011 y para el presente año el monto se incrementaría en 12 mil millones”.
No obstante, más allá de estas cifras, lo cierto es que la estrategia económica de las transnacionales se incluye el dominio de otras áreas de influencia en la política de los gobiernos, en las cuales se encuentran, y condicionan (sin exagerar) los destinos y soberanías de estos países en los cuales resultan propietarios de los principales recursos naturales y hasta humanos, en el caso de profesionales vinculados a estas superempresas.
Como si fuera poco, “poco faltó” y, valga la redundancia, para que el Consejo de Seguridad de la ONU, fuera convocado, por naciones capitalistas con intereses en la Repsol, para efectuar un posible ataque de la coalición imperial contra Argentina.
Tampoco exagero si afirmo que, si bien una acción militar o intervención de fuerza contra Argentina, no estaba entre las amenazas; al menos hubo quien (prácticamente) la solicitó, con otras palabras. Pero bien, y para no perder el rumbo en este análisis, expongo otro argumento que es consecuencia del primero y referente al asunto central de este artículo: la retirada de Repsol de aguas cubanas.
Se conoce que Cuba es miembro del ALBA y los recientes acuerdos de la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), establecen una cooperación operativa en la esfera petrolera de Cuba junto a Venezuela e, incluyen, investigaciones y prospecciones de China como parte del negocio de extraer petróleo en aguas jurisdiccionales cubanas.
El retiro de la Repsol no ha significado ningún duro golpe para la economía cubana. Los acuerdos petroleros con otras naciones continúan. La seguridad de encontrar este combustible fósil  (abundante) no es una quimera para la Mayor de las Antillas, sino una realidad que se puede determinar (y lo ha sido) con los avanzados medios tecnológicos que incluyen el sondeo satelital.
Sin embargo, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, afirmó que “No haremos otro pozo” (en Cuba), al presentar la estrategia de negocios de la compañía para el período 2012-2016 en una conferencia de prensa en Madrid. “El pozo que perforamos resultó estar seco, y es casi seguro que no tendremos más actividad allí”.
Para ratificar, técnicamente, la aseveración del señor Brufau, un especialista estadounidense de la universidad de Texas, Jorge Piñón, declaró que “no se encontró petróleo “a nivel comercial”. Pero en su ejemplo literal olvidó esconder otro argumento que pudiera referir (directa o indirectamente) la presión del gobierno de Estados Unidos sobre Cuba, a partir de no permitir fisuras en relación con el bloqueo genocida impuesto por más de medio siglo y la efectividad de la vigilancia de sus agencias de inteligencia para la aplicación de las leyes extraterritoriales Helms-Burton y Torricelly.
Veamos el comentario del señor Piñón para ilustrar su ejemplo ante la salida de Repsol de aguas cubanas: “Si usted tiene 100 dólares en el bolsillo, y yo le ofrezco venderle: Cuba, Brasil o Angola, ¿cuál usted elegiría?”, preguntó. “Hay muchos otros lugares en todo el mundo mucho más atractivos para la exploración”. No había alusión más directa que esa en la cuestión de “vender” países. Como si no bastara en la lista se sobreentiende que, en Cuba (con respeto a las dos naciones mencionadas en el ejemplo de Piñón) la soberanía del país no se condiciona a la influencia de transnacionales extranjeras.
De ahí que el propio Piñón se contradice al comentar el hecho de que (Repsol) no se haya encontrado petróleo en dos pozos; no indica (necesariamente) que la ausencia de otros depósitos (es obvio que los hay y se conocen estas probabilidades casi en una escala superior al noventa por ciento de acuerdo a las investigaciones científicas).
Por ejemplo, el Servicio Geológico de Estados Unidos ha estimado que el área cuenta con 5,000 millones de barriles de crudo, mientras que funcionarios cubanos fijan la cifra en 20,000 millones de barriles. La cuenta por la parte cubana no maximiza es más bien conservadora con respecto a la estadounidense. También los norteamericanos lo saben y, en consecuencia, lo que significaría para la Mayor de las Antillas y el propio gobierno de los Estados Unidos, la posible extracción de importantes volúmenes de crudo. Esto (obligaría al gobierno de Estados Unidos) verse obligados a flexibilizar sus medidas de bloqueo contra la Isla, de lo contrario tendrían que castigar a Repsol por violar el bloqueo imperial contra Cuba.
Por otra parte, la retirada de la Repsol se plantea otra pregunta crítica: si podrá continuarse la exploración petrolífera junto a las costas de Cuba cuando solamente _una plataforma en todo el mundo, con las características tecnológicas de la retirada por transnacional española_ , la Scarabeo-9, puede operar allí.
Se trata de una plataforma que fue construida en Asia con menos del 10 por ciento de equipos estadounidenses para no ser multados por las medidas extraterritoriales vigentes en el bloqueo de Washington contra Cuba.De esta forma lo sentenció el señor Piñón, prácticamente, convertido en vocero de la Casa Blanca en relación con este asunto:
“Como alguien dijo una vez, el problema de Cuba es que el Scarabeo-9 es la única pala con la que Cuba puede cavar en busca de sus posibles tesoros petroleros”, comentó. ¿Acaso tamaña aseveración no demuestra la presencia de malas intenciones, o mejor dicho directas presiones de la Casa Blanca sobre Repsol?
Incluso, estas líneas, confirman lo anterior: Afirmó (días atrás) que se había encontrado un pozo seco tras la primera perforación de la plataforma semisumergible Scarabeo-9. Pocos días después, que Repsol, recibió otras dos malas noticias: cuando el gobierno de Argentina nacionalizó la sucursal de YPF, en el país sudamericano, y Cuba aplaudió la nacionalización ejecutada por el gobierno de esa nación miembro de la CELAC.
De hecho, más que una huella de incertidumbre, Repsol ha dejado el “gato encerrado” en su decisión. Por supuesto, nada tendrá que hacer después que Washington cabildea en secreto las decisiones que mueven a estas importantes compañías o transnacionales de acuerdo con sus intereses (los de la Casa Blanca) en el mundo.



Estados Unidos va por Siria aunque deba enfrentar a Rusia


Claudia Rodríguez León 

Foto tomada de la Internet

Sumario: Pese a las declaraciones que predicen las nefastas de una intervención militar de la coalición norteamericana en Siria, Washington desafía a Rusia y China, en su decisión de continuar su expansión hacia el Oriente Medio.



Después de las recientes declaraciones del candidato a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Rommey, la Casa Blanca continua su programa de ataques a Siria y muy a pesar de la posición de advertencia asumida por Rusia, las alertas de China y las nefastas consecuencias que podría traer una intervención militar estadounidense como las realizadas en Iraq, Afganistán y Libia.
La mención a lo expresado por el señor Rommey, trasciende por el propósito de aumentar el presupuesto destinado a los objetivos expansionistas del ejército imperial a partir de asumir la administración del país, precisamente cuando todo está listo para asumir la continuidad de la presencia militar estadounidense en una ocupación (Siria) que podría extenderse durante su estancia en el poder.
Por otra parte, Rusia criticó la alusión del gobierno de Estados Unidos para realizar posibles acciones militares _con independencia de los “acuerdos” del Consejo de Seguridad con respecto al conflicto en Siria y reiteró la necesidad de cumplir el plan del enviado especial, Kofi Annan, para que los países involucrados se ajusten a la decisión de mantener los acuerdos de Naciones Unidas; según confirmó Vitaly Churkin, representante permanente del Kremlin, en la sede de la ONU.
No obstante, la  embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, sentenció al fracaso total los esfuerzos de Annan. De esta manera ratifica el objetivo estadounidense por mantener la desestabilización necesaria dentro de Siria y mantener el apoyo a los grupos antigubernamentales, expresó el diplomático ruso, Churkin, quien rechazó la idea de nuevas sanciones contra Damasco, como pretenden Estados Unidos y otras potencias occidentales miembros del Consejo de Seguridad. Además cuestionó la expulsión de diplomáticos sirios de varias capitales por considerarlo una acción que puede ser interpretada como un estímulo a quienes buscan una intervención militar en Siria.
Es conocida la participación de la coalición imperial (las mismas naciones que secundan a Estados Unidos en Iraq, Afganistán y Libia) de occidente en el comercio y contrabando de armas hacia Siria. Según la televisora Rusa Today, Líbano se ha convertido en la principal fuente de provisión y contrabando de armas a la oposición, a la vez que la presencia de elementos de las fuerzas especiales británicas y cataríes dentro de Siria, complican aún más la crisis.
Lo anterior fue ratificado por el diario británico The Times quien denunció, el pasado lunes 28 de mayo, la escalada que realizan los países del Golfo (coalición árabe), especialmente Arabia Saudita y Catar, para garantizar el apoyo a los terroristas que operan dentro de Siria a través del suministro de grandes cantidades de dinero y pertrechos bélicos.
Fuentes citadas por el Times aseguran que Riad y Doha han ido mucho más allá de sus compromisos, y que ambos trabajan actualmente y en conjunto con Estados Unidos y sus aliados en la región, para transportar armas a esta nación del Levante.

En la foto la BBC, utiliza imágenes de archivo para documentar una supuesta matanza en Siria, de esta forma participa en la guerra mediática que posibilitaría el condicionamiento de la opinión pública mundial ante el inminente ataque contra Damasco.