lunes, 6 de mayo de 2013

Elegía de la Luz




Claudia Rodríguez

Foto tomada de la Internet



No se permite el silencio porque no se ha callado tu voz en la guitarra, en el punteo armonioso de ese feeling que desgrana dulzura y nostalgia.
Tus manos, ¡ah tus manos…! Caricia sobre la piel de madera que en sus cuerdas cantas. Y sé más, no del secreto de tus palabras, ni de tus musas embriagadas de sol, de mar y de caña. Sé de tus palabras del alma, de aquellas que llevaron la voz de Patria, martiano hasta tus raíces, cómplice de la acción de Fidel, de Guevara.
Porque nunca te vayas, porque siempre te quedas, en las calles llenas de Luz y en los arpegios del pentagrama.
No te has ido, ni te vas. Ni te vas, ni te has ido. Te quedas en ese feeling que desgrana dulzura y nostalgia.