miércoles, 23 de mayo de 2012

A Barack le gusta la tortilla que se cuece en la Florida


Claudia Rodríguez León

Foto tomada de la Internet

Sumario: Cualquier grupo terrorista en Miami puede colocar una bomba en territorio estadounidense y matar en nombre de libertad que le otorga un gobierno corrompido hasta la médula y desconocedor de la Constitución de ese país.

Cualquier grupo terrorista en Miami puede colocar una bomba en territorio estadounidense y matar en nombre de libertad que otorga la Casa Blanca a todo aquel que realice acciones criminales contra la Revolución cubana, el pueblo de Cuba, sin escatimar los peligros de estas acciones en su propio territorio. Por supuesto, Washington no puede lanzar sus drones sobre la Casa Blanca ni apuntarse el primero en la lista del primer estado terrorista que promueve acciones criminales y genocidas contra todo el mundo.
El ejemplo clásico se observa en las recientes acciones de quienes tienen el apoyo en la bancada republicana (léase demócrata por extensión. En los Estados Unidos, solo existe un partido y es integrado por los representantes de los círculos del poder que, a su vez, forman parte de la exigua y exclusiva representación de los miembros del Tea Party o poder mundial). De esta forma impera el terrorismo de estado (valga la redundancia de esta palabra: terrorista. No puedo buscar un sinónimo más adecuado) para mantener el apoyo económico a los grupos de acción basificados, fundamentalmente, en la Florida.
Según los reportes de Cubadebate, los candidatos de los partidos tradicionales en Estados Unidos han prometido endurecer la política hacia Cuba. De hecho ya se pronunció el propio señor presidente Barack Obama y, este año (electoral en Estados Unidos), la Casa Blanca ha reiterado esta tendencia cómplice. Los hechos más recientes lo confirman. El 27 de abril un acto terrorista se produjo contra la agencia Airline Brokers, promotora de viajes a Cuba.
Continua Cubadebate: “Llama la atención que las autoridades de la ciudad no “puedan” dar una respuesta convincente ante el acto de terror evidente, mientras propician que se hagan alianzas entre fanáticos orientados a fomentar el terrorismo como sucede en Siria y como por más de cincuenta años lo han sufrido varias generaciones de cubanos, precisamente procedente de ciudades de Estados Unidos donde los criminales disfrutan de abrigo y respaldo seguro”
Es evidente que el señor Barack prefiere el omelette (tortilla) que se cuece en la Florida entre los grupos de la ultraderecha que realizan todos estos planes  terroristas contra Cuba. Pudiera sentenciarse que, más allá del mal olor de estos planes criminales: “a huevo revuelto (en la Florida) ganancia de puntos para la canditatura por la presidencia de los Estados Unidos. 

En la foto la evidencia. En Washington el silencio y la complicidad, como hicieron cuando realizaron el proceso contra los Cinco Héroes cubanos, verdaderos luchadores contra el terrorismo y que aun guardan prisión en cárceles norteamericanas. Mientras, los verdaderos criminales andan sueltos, pagados por los representantes del poder en Washington como punta de lanza contra el pueblo y la Revolución cubana. Algunos como Pesquera, quien ha sido favorecido recientemente, pudiera declarar la complicidad del gobierno de Estados Unidos y sus agencias de inteligencia en todos estos hechos.
 


Estados Unidos busca la paja en el ojo ajeno


Claudia Rodríguez León

Foto tomada de la Internet

Sumario: El tema relacionado con el sistema carcelario cubano es el nuevo objetivo de la agresión mediática escogido por el gobierno de Estados Unidos para continuar sus ataques contra Cuba. 

En la foto, el cantautor Silvio Rodríguez, durante una de sus presentaciones en centros penitenciarios cubanos.  


El nuevo objetivo para Estados Unidos, en sus ataques contra Cuba, se relaciona con el sistema penitenciario de la Mayor de las Antillas. Por supuesto, la referencia no tiene en cuenta las medidas aplicadas _desde hace casi una década_ por la dirección del Gobierno en la Isla para facilitar la reincorporación de los reclusos a la sociedad, mediante diversas variantes que incluyen el estudio y el aprendizaje de oficios que pueden realizar, por cuenta propia o vinculados a entidades estatales, una vez concluido el tiempo de retención.
Washington conoce, perfectamente, cómo incide el bloqueo genocida impuesto por casi medio siglo en la macroeconomía cubana y sus efectos en la familia. Una estrategia criminal e injerencista que toma como base el plan de crear una situación desfavorable y descontento en la población ante la carencia de recursos básicos y, en consecuencia, introduce variantes de desobediencia civil que busca desde la organización de grupúsculos contrarrevolucionarios hasta vínculos con reclusos comunes cuyas causas penales políticas e incluso, fabrican a personajes de la oposición para convertirlos en líderes de la disidencia como ya ocurrió en varios casos.
Para cualquier estado luchar contra la delincuencia es una necesidad que obliga a realizar cuantiosas inversiones necesarias, pero en nuestro país, el sistema penitenciario no puede observarse con una visión mediática superficial y oportunista como ocurre con la nueva  variante de ataques de Washington contra nuestro país.
Cuba no exhibe ni la alta criminalidad generada por la violencia de las naciones sumergidas en el capitalismo, ni vende armas (incluso de combate como sofisticados fusiles de asalto) y mucho menos promueve la venta de armas o hace la vista gorda ante la operatividad demostrada por quienes trafican drogas y utilizan las vías de acceso a Estados Unidos muy cerca de las costas cubanas o sobre sus corredores aéreos.
Las limitaciones de recursos en el sistema penitenciario cubano forman parte de todo un plan _seguido por todas las administraciones de la Casa Blanca hasta la fecha_, en su objetivo de estrangular cualquier posibilidad de avance económico y social en Cuba.
Precisamente, por estos días, se celebra el VI Encuentro Internacional Justicia y Derecho 2012 comenzará sus sesiones de trabajo, en La Habana, con la presencia de más de 500 delegados de 14 naciones.

Según un reporte de Cubadebate, Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular de Cuba, manifestó que la cita _que se extenderá hasta el viernes próximo_, mostrará los avances en el plano jurídico, mediante la presentación de los logros en la tramitación de procesos y la transparencia en la administración de justicia, el Derecho de familia, las sanciones alternativas a la privación de libertad, la reinserción de los sancionados a la sociedad y los avances en el tratamiento penitenciario.

Al encuentro, con sede en el habanero Palacio de Convenciones, asistirán personalidades del mundo de las leyes, entre ellas Elías Carranza, director del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente.

Además de los delegados cubanos, participarán unos 300 catedráticos, magistrados y juristas foráneos, provenientes de países como Ecuador, Chile, Mozambique, Argentina, España, Brasil, Noruega, Colombia y México, precisó Ferro en conferencia de prensa.