Claudia Rodríguez León
Fotos tomadas de la Internet
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Quienes hemos visto las imágenes de los jóvenes y adolescentes chilenos retomar las calles no podemos olvidar a la generación que les precedió cuando ocurrió el abominable golpe de estado de la dictadura fascista contra el Presidente constitucional Salvador Allende.
Los hechos hablan por sí solos. Lo que ocurre hoy en Chile y la salida a las calles de nuevas generaciones a pelear por la dignidad y exigir una verdadera democracia es la mayor referencia a que el pensamiento de Salvador Allende sigue vigente. Es por eso que al observar a la dirigente juvenil chilena Camila Vallejo no puedo olvidar las últimas palabras de Allende, el 11 de septiembre de 1973, en Radio Corporación.
“…mi voz no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria.
(…)
Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho mas temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor”
He visto a esos jóvenes, adolescentes casi niños volver a las calles de Chile, enfrentarse a los carros que lanzan aguas, a la policía antimotines y las imágenes se reiteran una y otra vez: las que transcurrieron después del golpe militar y durante años de cruel dictadura fascista.
He visto a estos muchachos y también el comienzo de la apertura de las grandes alamedas de las que habló Allende, el canto en la voz del inolvidable Víctor Jara y no puedo permanecer tranquilo, mientras tecleo está especie de crónica sobre el ordenador.
En Cuba, la Juventud celebra los aniversarios de la UJC y de los pioneros: Organización de Pioneros José Martí (OPJM). Lo hacen en medio de la alegría que les proporciona el momento, con la seriedad que les convoca estos tiempos de definiciones urgentes y necesarias previstas para la continuidad del proyecto Socialista de una nación soberana e independiente.
No están en las calles _como los indignados de Estados Unidos y casi toda Europa_, en reclamo de derechos constitucionales; sino que defienden el legado histórico que les entregaron otras generaciones de cubanos que ofrecieron sus ejemplos de vida para que nadie pudiera mancillar el pedestal de la Patria.
Veo estas imágenes de los jóvenes en la Mayor de las Antillas y me llegan las estrofas de una antológica canción de Silvio: “Vamos andar” y creo que nunca antes esta referencia ha resultado tan guevariana, porque estas nuevas generaciones marchan con proyectos de futuro.
