jueves, 23 de febrero de 2012

El gobierno de Estados Unidos continúa en la cuerda floja

Claudia Rodríguez León
Foto tomada de la Internet (submarino de la armada iraní patrulla las aguas del Golfo de Ormuz)
Contrario a lo que alertan observadores internacionales en relación con una confrontación directa de Estados Unidos e Irán, la Casa Blanca, presiona a Pakistan como punta de lanza para agredir a Teherán, mientras Israel se apresta a lanzar una ofensiva sorpresiva contra las instalaciones de investigaciones nucleares del vecino país en una peligrosa escalada que puede decirse fuera de los escenarios diplomáticos que protagonizan los cancilleres de potencias intermediarias y disuasivas como la República Popular China.
Sin embargo el gobierno del “premio nobel de la paz”; señor Barack Obama mantiene su presión sobre Pakistán para establecer bases en la suroccidental provincia de Baluchistán, fronteriza con Irán, a fin de reunir información de inteligencia sobre la nación persa.
Información que tratarán de buscar a través de los satélites colocados en orbita geoestacionaria, de hecho el fracaso de los drones (aviones no tripulados) colocó a la Casa Blanca en una situación muy parecida a la fábula del Rey desnudo.

Según un reporte publicado por la versión digital del diario The Times of India, el Congreso estadounidense ha estado discutiendo una resolución sobre la secesión de aquel territorio pakistaní como un medio de coerción para que Islamabad ceda a sus demandas respecto a aquellos enclaves.
Baluchistán es un importante bastión de la insurgencia talibán y frecuente escenario de incidentes violentos desde un levantamiento contra el gobierno en 2004 para exigir autonomía política y mayor participación de los beneficios de los recursos de la región, rica en minerales, petróleo y gas.
A fines de la semana anterior, la congresista Dana Rohrabacher presentó ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos una resolución que aboga por la libre determinación de ese territorio.
La propuesta levantó una inmediata oleada de irritación en Pakistán, cuyos principales dirigentes la repudiaron rotundamente por tratarse de la intromisión en los asuntos internos del país.
De ahí que el pasado lunes, la cancillería iraní entregó al encargado de Negocios de la embajada estadounidense, Richard Hoagland, una "enérgica protesta" por la iniciativa, a la que calificaron como "una violación absoluta de los principios de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional".
Estados Unidos continua su escalada imperial en la cuerda floja. Las consecuencias de una conflogración con ribetes nucleares en la región del Oriente Medio, no excluye el efecto dominó que se produciría en el resto del planeta.