sábado, 5 de noviembre de 2011

La carrera de Caín

El segundo no llegará primero

Claudia Rodríguez León

Foto: Tomada de la Internet

El segundo afronorteamericano que lucha en la carrera electoral por la presidencia de los Estados Unidos ha puesto el tono picante al show mediático que caracteriza este proceso sobre todo en momentos que la crisis económica generalizada en todo el planeta, advierte (cada vez más) las enormes fisuras de un sistema que fuera denominado "sueño americano" como símbolo de la democracia y; sin embargo, ha dejado entrever los enormes abismos de pobreza social y diferencias que marginan a una gran mayoría de los norteamericanos de las ganancias obtenidas a través de las guerras imperiales por el control de los recursos energéticos y de todo tipo en las naciones menos desarroladas del mundo.

No obstante, y contra todos los pronósticos (además del escándalo por acoso sexual), el empresario Herman Cain se convertido en el líder de esta "maratón presidencial estadounidense", desde la banca de los republicanos (da igual en un partido que es una serpiente de dos cabezas: demócratas y republicanos) junto con el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney.

Según una encuesta del diario The Washington Post y la cadena ABC, realizada del 31 de octubre al 3 de noviembre, poco después de salir a la luz los trapos sucios, se reveló que el afroestadounidense de Georgia tiene el respaldo del 23 por ciento de los potenciales votantes. Este resultado lo coloca casi empatado con Romney, que suma el 24 por ciento. Pero, solo es el comienzo. En realidad al equipo del señor Romney (futuro y más fuerte candidato) le conviene manejar a un rival que obliga a mantener una marcha forzada en la maratón.

Incluso, lo del acoso sexual, es considerado un asunto sin importancia, porque en la investigación se expresó que un 55 por ciento de los republicanos o independientes con esa tendencia consultados tuvo en cuenta que Cain, el ultraconservador, y también candidato del movimiento Tea Party, posee las condiciones para mover la banca de los millones durante el tiempo que dure proceso de elecciones.

Para las protagonistas o víctimas del "escándalo", dos exempleadas de la Asociación Nacional de Hostelería que dirigió entre 1996 y 1999, habrá una compensación al estilo de Mónica Lewinsky, salvando las distancias por la referencia, porque la mencionada asociación puso punto final al asunto con acuerdos extrajudiciales que incluían una compensación económica y una cláusula de confidencialidad. Money is money.

Pero, tal como lo confirma una carta leída por Joel Bennett, abogado de una de las presuntas víctimas de abusos sexuales, se ratifica la versión de los hechos y rechazó las acusaciones de falsedad realizadas por Cain. Los abogados quieren su parte y el show continúa sin afectar demasiado al exmagnate de la pizza, porque los sondeos le siguen dando preferencias, mientras a la zaga relegó a Rick Perry, gobernador de Texas, (13 por ciento) y Newt Gingrich, expresidente de la Cámara de Representantes, (12 por ciento). En la pista, hacia la Casa Blanca, corren, además, al legislador de Texas Ron Paul (ocho por ciento), y a Michelle Bachmann, congresista por Minnesota (cuatro por ciento).

Cain comenzó su ascenso en septiembre, cuando ganó sorpresivamente una votación de sondeo del Partido Republicano en Florida, en la que quedaron marginados los entonces favoritos Romney y Perry. Ese estado sureño cuenta con 29 de los 270 votos que se necesitan en el Colegio Electoral para ganar los comicios presidenciales, lo que hace que sea un punto cortejado por políticos en tiempos de elecciones.

Entretanto, en el bando demócrata (no tienen otra opción) se mantiene como favorito al señor Obama, que podrá repetir (de no ganar Romney) otros cuatro años de presidencia, no por haber logrado resarcir _como expresó al principio de su primera campaña_ los problemas de la economía que afectan a la mayoría de los norteamericanos, sino que no cumplió su compromiso de "cambio", ni de favorecer a las mayorías: afronorteamericanos, blancos pobres y latinos, sino que aumentó las ganancias de los más ricos y reforzó la presencia militar de los Estados Unidos, fuera de su territorio, con acciones que le hicieron cerrar 2010 con l a aun cuestionada muerte de Ben Laden, el sometimiento de Iraq, la escalada sobre Libia con el asesinato de su líder Gadafi y la amenaza contra Siria e Irán, naciones que pudieran ser atacadas a fin de este año o comienzos del 2012. Todo depende del comportamiento de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos.

Por el momento habrá que esperar todo un año (durante el curso de 2012) para saber quién se aproxima más al sillón de la Oficina Oval. Para entonces, no es dificil pronosticar que grandes acontecimientos militares estremecerán al mundo y lo colocarán un escalón más en el peligro de una conflagración de escala nuclear. Todo está que la fiebre expansionista del imperio, no le permita ver las consecuencias de una agresión directa contra Irán, por ejemplo, o comiencen a mover las cuerdas hacia Corea del Norte. De todas formas el conflicto, de estas proporciones, tendría más probabilidades de un epicentro en el Oriente Medio, y Caín, el nuevo afronorteamericano que aspira a presidente de Estados Unidos, comenzará a dar sus "discursos" al respecto. ¿Qué prometerá?

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