Fotos de Fonseca.
Era de esperar. Solo basta mirar los rostros de los
estudiantes en el momento que el crucero Explorer, la Universidad que mantiene
el programa: Semestre en el mar, entrara a la rada habanera. Poco después las
expresiones de los jóvenes estadounidenses no se hicieron esperar. Cuba es más
de lo que imaginaron, mucho más de lo que cuentan en los libros y sobre todo
mucho más de lo que puede contar un viajero. A Cuba hay que vivirla y, solo si
se llega a su corazón, el viajero se habrá quedado para siempre, aun después de
su retorno.
La visita del Explorer pone de manifiesto la obsoleta
política mantenida por Washington contra Cuba, mediante un genocida bloqueo que
cercena cualquier posibilidad de mantener relaciones comerciales, financieras y
turísticas entre dos pueblos que también comparten puntos de históricos comunes
que no pueden ser borrados por una política genocida. Se trata de la flagrante
violación de los derechos humanos de cubanos y norteamericanos por parte de
todas las administraciones norteamericanas hasta la fecha.
Los testimonios de estos estudiantes estadounidenses que
nos visitan, no podrán ser censurados (a su regreso), ya pisaron tierra cubana,
es muy difícil que puedan tergiversar la verdad de cómo vivimos en esta Isla y
cuanto amor tenemos por defender el derecho a nuestra independencia y la
coexistencia pacífica.
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