sábado, 10 de diciembre de 2011

#Bloqueo contra #Cuba y la guerra contra los derechos humanos


Claudia Rodríguez León

La espera, larga y extenuante espera de los que acuden a la Oficina de Intereses de los Estados Unidos (SINA), en La Habana, se ha convertido en una especie de condena para los que requieren el permiso (visa) para viajar al territorio norteamericano. Por supuesto, en esta larga fila se hacen comentarios que solo ellos escuchan: los remitentes y los nuevos, los que llegan por el llamado “sueño americano” y la reunificación familiar. Es el gran muro de los lamentos, del grafiti en palabra. Sin embargo, la realidad es que la espera larga y tediosa continuará. Así lo dispone la parte estadounidense. Lo corrobora este despacho publicado en los principales medios de prensa cubanos.

El 12 de enero de 2011, tuvo lugar una nueva ronda de conversaciones migratorias entre delegaciones de los Estados Unidos y Cuba, presididas, respectivamente, por la subsecretaria asistente principal para asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Roberta Jacobson y el viceministro de Relaciones Exteriores, Dagoberto Rodríguez Barrera.
La reunión se desarrolló en un clima respetuoso. Se evaluó el cumplimiento de los compromisos contraídos por ambas partes con los acuerdos migratorios vigentes. En este intercambio se reconoció la disminución significativa de las salidas riesgosas entre Cuba y los Estados Unidos, como resultado de los esfuerzos emprendidos por los dos países para enfrentar el tráfico de personas y la emigración ilegal.

El viceministro expresó: “Fue un ´intercambio fructífero´ con el objetivo de avanzar hacia el establecimiento de mecanismos más efectivos de cooperación en el enfrentamiento al tráfico ilícito de emigrantes. De manera sistemática, las autoridades cubanas han respondido las solicitudes de los Estados Unidos y han ofrecido información de valor, así como testimonios y evidencias para su uso en casos judiciales contra traficantes en tribunales norteamericanos. Cuba reiteró su interés en profundizar la cooperación bilateral en esta área”.

La delegación cubana reiteró una vez más que el contrabando de emigrantes no podrá eliminarse ni se podrá alcanzar una emigración legal, segura y ordenada entre los dos países, mientras se mantengan la Ley de Ajuste Cubano y la política de pies secos-pies mojados, que estimulan las entradas ilegales de ciudadanos cubanos a los Estados Unidos. La delegación cubana reiteró su disposición a mantener estos intercambios.
En “el muro de los lamentos”, aún permanece la espera, larga y tediosa de quienes son víctimas de la política migratoria establecida por el gobierno de los Estados Unidos con respecto a la entrega de visas en la SINA. No obstante, la variante de “pies secos” es la condición que impone Washington para mantener las tensiones con el gobierno de La Habana. Atravesar el estrecho de la Florida en busca del “sueño americano” se convirtió en la meta de muchos cubanos en la Isla.

Desde entonces y hasta la fecha son muchísimos los que se acercan a la Oficina de Intereses de los Estados Unidos (SINA) en La Habana, con el propósito de obtener la documentación necesaria para viajar con los “pies secos” hasta el territorio norteamericano. Sin embargo, la demora en el proceso de aceptación deja embaucados a miles de aspirantes a “cruzar el charco”, mientras otros buscan la forma de reunirse con su familia, a través de un puente lógico que se extienda entre las dos naciones y se terminen las agonías provocadas por un bloqueo injusto y genocida.

La mayoría de los nacidos en Cuba, desde enero de 1959 hasta la fecha, no han conocido ninguna relación normal o favorable de Washington hacia la Mayor de las Antillas. Solo la hostilidad de las diferentes administraciones de la Casa Blanca ha demostrado que las intenciones de normalizar un puente de relaciones con la Isla, no serán posibles. Por supuesto, no se trata de un “cambio” en el cual, de forma unilateral, las autoridades cubanas accedan a las solicitudes de Estados Unidos: convertir a Cuba en un país bajo la supervisión del gobierno estadounidense, una verdadera locura. Por no decir un absurdo sin utilizar una palabra más dura.
De todas formas la vida continua, el sueño de una isla de libertades para los cubanos ha sido muchas veces defendido con el rojo de la sangre de sus hijos, el mismo que rodea su estrella solitaria. Eso es algo que nos hace sentir más cerca de lo que realmente necesitamos y por lo cual muchos evocan el nombre de nuestra Patria, a pesar de las distancias físicas y políticas. De la misma forma en que otros harían lo posible por terminar el genocida #bloqueo contra #Cuba y buscan miles de formas para apoyarnos, sin importarles las amenazas y las sanciones que sufren todas las empresas o filiales que tratan de comerciar medicamentos o alimentos a la Mayor de las Antillas.

El año que se aproxima es definitorio para nosotros en muchos sentidos de acuerdo con los cambios que se proyectan para la economía cubana y los resultados del debate popular en la Conferencia Nacional que se indicó en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, en cuanto a la forma de resolver nuestros problemas sin injerencias externas. Cuba ha cambiado desde el triunfo de la Revolución hasta la fecha. Sin embargo, muchos se quedaron detenidos en el momento que tomaban las maletas y abordaban sus yates y aviones en franca estampida hacia los Estados Unidos. Sus descendientes, muchos, crecieron en medio del odio, la evocación y la nostalgia, otros, muchos, por suerte, en el deseo de compartir y apoyar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sus opiniones serán el punto de partida para nuevos artículos. Agradeciendo la diversidad de criterios y los puntos de vista convergentes o divergentes en relación con los temas abordados o sugeridos por los lectores de este blog.