jueves, 12 de enero de 2012

La cara oculta de Barack Obama


Claudia Rodríguez León

Foto: Tomada de la Internet


Poco después de que el presidente Barack Obama se instalara en la Casa Blanca, millones de norteamericanos pensaron que asistían a uno de los eventos que daría un giro en dirección contraria a la política seguida por las anteriores administraciones con respecto a las abismales diferencias sociales que afectan, fundamentalmente, a las comunidades negras y latinas en Norteamérica. Pero se equivocaron. También erraron los que, fuera de la Unión, esperaron un cambio en la estratégica actitud belicista mantenida por el imperio en su propósito de controlar las reservas energéticas y los principales recursos dispersos en naciones de todo el mundo.
Con respecto a Cuba, recuerdo que al principio, se mantuvo cauteloso. Apenas quería hacer referencia al tema, a pesar de las expectativas creadas por sus propias declaraciones preelectorales y que motivaron el apoyo del entonces candidato presidencial en la comunidad cubana asentada en el estado de Florida. Por supuesto, manipulada por los influyentes congresistas Ileana Ros Lethinen, Bob Menéndez y los hermanos Díaz-Balart, por citar los más visibles personajes que mantienen una abierta posición contra la Revolución cubana desde sus escaños en el Congreso estadounidense (léase permanencia y vigencia de leyes extraterritoriales como la Helm-Burton y Torricelly).
Sin embargo, a pesar de la crisis presupuestaria que abruma a la Casa Blanca, el presidente Barack Obama, hace unos meses atrás, solicitó un aumento de los fondos para las operaciones de su gobierno contra Cuba durante el año fiscal 2012. El proyecto de presupuesto federal para dicho período, que comienza el 1 de octubre de 2011, incrementa en más de cuatro millones de dólares el dinero asignado el pasado año a esas acciones, o sea un acrecimiento del 34 por ciento, revelan documentos oficiales.
Esos fondos están destinados a fortalecer la labor de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA), y la Oficina de Asuntos Cubanos que dirige la política hacia la vecina isla desde el Departamento del Estado en Washington, señala el sitio en Internet cubamoneyproject.org.
Según un reporte fechado por el sitio digital cubano Cubadebate y la Agencia Internacional de Noticias, Prensa Latina, en total _para las operaciones de ambas oficinas en 2012_, serían asignados 11 millones 742 mil dólares, monto superior al asignado para el actual año, ascendente a ocho millones 735 mil, compara ese medio digital del periodista y profesor norteamericano Tracey Eaton. Esto significa que del incremento de cuatro millones 88 mil dólares solicitados para el 2012, según la documentación hecha pública por cubamoneyproject.org, las arcas de la SINA recibirían un millón 82 mil dólares, y la Oficina de Asuntos Cubanos en Washington, tres millones seis mil dólares.
Los detalles se encuentran en la argumentación de la propuesta del Presupuesto del gobierno federal estadounidense previsto para 2012, documento sometido por la administración de Obama al Congreso el 14 de febrero del año en curso. A los analistas internacionales les resulta significativo que, en época de recortes presupuestarios, _incluso la Casa Blanca_ propuso y solicite un aumento para financiar las operaciones de Washington hacia Cuba.
A lo largo de los años, el gobierno cubano ha denunciado insistentemente el papel que juega la SINA en la ejecución de la política y acciones subversivas contra la isla y la participación de la USAID en el cumplimiento de los programas subversivos y en cuyo presupuesto se observan otros gastos relacionados con planes de agresión contra Cuba. Por ejemplo, el presupuesto incluiría 30.5 millones de dólares para las emisoras anti-cubanas Radio y TV Martí, tal como consigna el documento a consideración del Congreso estadounidense.
Se conoce que la administración de Obama propone gastar 20 millones de dólares en 2012 en los llamados programas para fomentar la democracia en Cuba, principalmente a través la agencia gubernamental USAID con el objetivo expreso de compulsar un “cambio de régimen” en la isla. Por ejemplo, en 1996, esa “agencia” invirtió por lo menos 140 millones en tales programas, señaló el periodista Eaton en otro de sus artículos.
La nota publicada por cubamoneyproject apunta que el Departamento de Estado pide estos grandes aumentos en los gastos relacionados con Cuba mientras solicita un incremento global para sus finanzas de solo un uno por ciento y propone cortes drásticos en otros acápites. En total, el dinero públicamente solicitado por la Casa Blanca al Capitolio para financiar sus políticas contra Cuba durante 2012 se eleva a 62.24 millones de dólares, sumando las partidas de la SINA, su oficina rectora en Washington, la USAID y Radio/TV Martí.
Los planes de la nueva administración contra Cuba no han cambiado el propósito de quienes le precedieron en la Oficina Oval, solo que el esfuerzo por reforzar su imagen, ante el mundo, es cada vez más cuestionable; aun cuando le fuera concedido (de manera increíblemente urgente) el “premio nobel de la paz”.

En la foto Alan Gross, quien bajo la cobertura de empresario realizaba actividades subversivas en Cuba para los servicios de inteligencia de los Estados Unidos (imagen tomada de la Internet)



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