Secuestro de la dignidad y decadencia de las Naciones Unidas

Claudia Rodríguez León

Fotos: Tomadas de la Internet 

La dignidad de la mayoría de las naciones del planeta ha sido secuestrada por los que tienen el derecho a decidir la muerte de millones de personas, en el planeta, porque son los poderosos en las Naciones Unidas. Así quedó demostrado cuando el gobierno de los Estados Unidos y sus aliados imperialistas, arreció su cruel ofensiva político-diplomática contra Siria, a través de sucesivas reuniones, debates y pronunciamientos enfocados todos sobre la crisis en ese país, según reportes periodísticos de agencias internacionales.
El tema _aunque “debatido” durante los últimos 15 días por la Asamblea General_, el de Consejo de (in)Seguridad, el Consejo de Derechos Humanos y otros foros auspiciados por la organización mundial, sin importar el asunto de la agenda oficial, el propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lanzó una nueva acusación contra las autoridades sirias por "la brutal supresión de sus ciudadanos". ¿Acaso desconoce que los grupos opositores son armados, apoyados, financiados y asesorados por las naciones que forman la coalición para invadir a Siria?
Ban Ki-moon calificó de espeluznantes los informes de estas agresiones de las autoridades sirias contra el pueblo. Por supuesto, no mencionó una sola fuente. Sin embargo, no tuvo recato en afirmar que: "están ejecutando, encarcelando y torturando a personas en la destrozada ciudad de Homs".

Sencillamente el secretario de las Naciones Unidas ha pedido luz verde para facilitar la agresión contra Siria. ¡Increíble!
Al llamado de los tambores de guerra de Ban Ki-moon contra Damasco no dudó en sumarse la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, quien también expuso, en Ginebra, "reportes creíbles" sobre "ejecuciones sumarias" perpetradas por las fuerzas gubernamentales (sirias).
De manera que se abre un nuevo capítulo en la actuación del Consejo de Seguridad y de las propias Naciones Unidas, desde su creación, pero (como sucede) en contra de la mayoría.

Por su parte, el embajador sirio en la ONU, Bashar Jaafari, denunció la celebración de intempestivas reuniones (cruzadas) contra su país y explicó que “esa práctica coloca el análisis del conflicto sirio lo mismo dentro de una discusión sobre la situación en el Medio Oriente que en otra relacionada con la prevención de conflictos o en la agenda del Consejo de Derechos Humanos”.
El diplomático consideró que esa actuación empeora la situación en Siria y calificó de feroz la forma en que Ban Ki-moon se refiere a su país, con "un lenguaje que se acerca a los límites de la difamación del gobierno de un Estado fundador de Naciones Unidas".
Aseguró que todo lo expuesto por el titular de la ONU tiene por base "meros reportes y opiniones elaboradas por la oposición (en Siria) radicada en el extranjero en capitales de países que no solo trabajan por un cambio de régimen en su país, sino por cambiar al propio Estado".
Desmintió que Damasco haya rechazado la visita de la subsecretaria general a cargo de la Ayuda Humanitaria, Valerie Amos, para evaluar la situación existente en esa materia en Siria y afirmó que "el objetivo de todas las presiones contra Siria es claramente político y se corresponde con las agendas de algunos países autoproclamados enemigos de Siria, como gobierno y pueblo".
Finalmente, pidió a la comunidad internacional que ayude a "detener el derramamiento de sangre, cesando la instigación mediática, previniendo el contrabando de armas hacia Siria y estimulando a los miembros extremistas de la oposición extranjera a un diálogo real con el gobierno".

Llamado que difícilmente será escuchado por los representantes de la coalición imperialista, salvo que Rusia ha marcado pautas en relación con las consecuencias de una agresión militar y ha dispuesto _desde los primeros momentos_ efectivos y tropas para intervenir en el conflicto. Parece que el representante de las Naciones Unidas, apuesta por la guerra.