domingo, 22 de julio de 2012

¿Cuáles serían las razones para que Washington suspenda el bloqueo contra Cuba?


Claudia Rodríguez León

Fotos y video tomados de la Internet

Sumario: La intervención del ejército de Estados Unidos al final de la guerra, ganada por Cuba a España, marcó el inicio de una etapa de recolonización que fue interrumpida con el triunfo del Ejército Rebelde en enero de 1959. El bloqueo contra la Isla no es una medida condicionada por la existencia de un gobierno socialista, sino parte de un proceso de anexión implícito en las leyes extraterritoriales aplicadas a la Mayor de las Antillas.

Según las estadísticas más del 70 por ciento de la población cubana ha sufrido los embates directos del bloqueo genocida impuesto por Washington contra Cuba. Incluso, las medidas extraterritoriales de las leyes Helms-Burton y Torricely, fundamentan un propósito anexionista y recolonizador que se inició desde la intervención del ejército de Estados Unidos al final de la guerra ganada por los mambises a España.
La teoría de la “fruta madura” formulada por el presidente Quincy Adams, no excluyó la realización de acciones directas para acelerar la caída de la Revolución como han sido la introducción deliberada de agentes patógenos capaces de provocar muertes humanas y cuantiosas pérdidas en el sector agropecuario, sino el financiamiento de mercenarios dispuestos a colocar explosivos en instalaciones hoteleras, sabotajes a industrias, atentados a figuras de la dirección del Partido y el Gobierno cubanos, sin excluir invasiones como Bahía de Cochinos o la voladura de un avión civil sobre Barbados en octubre de 1976. 
Estos crímenes forman parte de un programa concebido por los servicios de inteligencia de Estados Unidos en favor de un gobierno que ha favorecido el apoyo, financiamiento y basificación de grupos de la extrema derecha vinculados a la mafia cubano-americana como brazo derecho de las agresiones contra la Mayor de las Antillas. Por supuesto, no se puede pasar por alto los “tres días para matar” solicitados por estos mercenarios que exigen el apoyo de la Casa Blanca y lo encuentran en congresistas como los Diaz-Balart y Ros Lethinen.
El gobierno de Estados Unidos carece de argumentos y fuerza moral para continuar su política injerencista contra Cuba. La aceleración de una ofensiva mercenaria de ataques ciberespaciales pretende concretar una supuesta oposición que no existe si tenemos en cuenta que los grupúsculos _representantes de estos objetivos hegemonistas de Washington en Cuba_ reciben ayuda financiera de la Casa Blanca a través de la Oficina de Intereses de la Casa Blanca en La Habana. Otra de las variantes injerencistas que contradicen las normas establecidas por las Naciones Unidas.
El gobierno de Estados Unidos mantiene una política que se apoya en una estrategia que implica la renuncia a cualquier acción que normalice las relaciones entre ambos países. Así lo demuestran las nuevas solicitudes de recrudecer el bloqueo contra la Isla. Por supuesto, ninguna de las administraciones estadounidenses basará su programa en un cambio que favorezca la cooperación siquiera en algunos sectores que se vinculan a objetos de beneficio social para el pueblo cubano.El imperio norteamericano no ha mostrado un ápice de cambio en su obsoleta política de ataques contra Cuba.

UN DIALOGO HONESTO PUEDE  SER POSIBLE


En cambio, valga la redundancia, el gobierno de la Isla ha dado muestras fehacientes de su voluntad de diálogo. El pueblo norteamericano es consciente de estas propuestas Los integrantes de Pastores por la Paz se han convertido en emisarios de los lazos indiscutibles que unen a norteamericanos. El viaje número 23 a la Isla, con un cargamento de casi 100 toneladas de ayuda humanitaria, es una nueva prueba que complementa otras como la presencia de estudiantes norteamericanos en la Escuela Latinoamericana de Medicina y los esfuerzos de los Cinco Héroes prisioneros en cárceles norteamericanas (no se excluye a René, quien fue “liberado”, en condiciones de poder ser asesinado por la mafia cubano-americana) para evitar ataques contra Cuba y en los cuales las víctimas pudieran incluir a estadounidenses.
La propuesta del líder histórico de la Revolución cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, de enviar el Contingente de Médicos Henry Reeve a Nueva Orleans, fundamentaba el apoyo a las víctimas del huracán que afectó ese territorio, por citar un ejemplo. Ayuda que fue rechazada por Washington, de la misma manera que objeta el cumplimiento de los acuerdos migratorios apoya y estimula la desobediencia civil, las emisiones subversivas de radio y televisión (mal llamada Martí) y el suministro de tecnología a grupúsculos mercenarios como el realizado por el ex contratista Alan Gross a partir de los fondos de la USAID.

El logo de la USAID un fraude más que representa los intereses imperiales no solo en Cuba, sino en el resto de Latinoamérica


La caravana, organizada por líderes religiosos norteamericanos desde 1992, llegó a La Habana procedente de México después de cruzar esta semana la frontera de Estados Unidos.
El grupo, integrado por unos 60 activistas, está liderado por el reverendo Luis Barrios y por Gail Walker, hija del reverendo Lucius Walter, fundador y líder de “Pastores por la Paz” hasta su fallecimiento en 2010. Al igual que en años anteriores, la “Caravana de Amistad con Cuba” del grupo religioso, organizada por la Fundación Interreligiosa por la Organización Comunitaria (IFCO, por su sigla en inglés), recorrió varias provincias de Canadá y decenas de estados de EE.UU. para recabar su ayuda humanitaria para Cuba.
Según el programa divulgado, los activistas visitarán hospitales, centros culturales, iglesias y otras organizaciones “dedicadas a los esfuerzos cubanos del desarrollo sustentable”.
Durante su estancia hasta el 31 de julio en la isla, también recibirán un taller sobre el proceso de actualización del socialismo cubano y se reunirán con familiares de los cinco héroes cubanos presos en injustamente en Estados Unidos.
En agosto del año pasado, más de 80 activistas fueron interrogados por las autoridades de inmigración y aduanas en el estado de Texas, tras completar su vigésima segunda caravana de envío de ayuda humanitaria.
Aunque en esa ocasión no hubo detenciones, los activistas dejaron claro que continuarían este tipo de actividades para protestar contra un bloqueo “inmoral” y “contraproducente”.
El gobierno de Estados Unidos carece de razones para eliminar el bloqueo contra Cuba. El pueblo de la Isla es consciente de este objetivo y lucha por mantener su sobernanía e independencia a partir de medidas que suponen cambios necesarios que apuntan a consolidar el sistema Socialista como garante de los derechos de su pueblo.

La Habana es una muestra de este esfuerzo a pesar de bloqueos y agresiones imperiales como lo demuestra este video:



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