viernes, 9 de diciembre de 2011

¿Qué ocurre, hoy, en Cuba con los #derechos cubanos?




Los #derechos de Cuba _léase el pueblo que ha resistido los embates imperialistas por mas de medio siglo_, a defenderse de los ataques del gobierno de Washington y sus aliados representan la decisión de mantener la soberanía política, la independencia y la invulnerabilidad militar de nuestro país.

Durante 50 años hemos sido protagonistas de los más furiosos ataques abiertos y encubiertos por mercenarios al servicio de la CIA y de otras agencias de inteligencia norteamericanas, con el apoyo de sus aliados en Europa.

Muchos han sido los esfuerzos para enfrentar el bloqueo criminal y genocida, continuar el desarrollo de las ciencias (con grandes éxitos en las investigaciones biotecnológicas), asi como en la educación con resultados en programas como #Yo si puedo, que han permitido la alfabetización efectiva de millones de personas en todo el planeta.

No obstante, la administración de la Casa Blanca, bajo el designio de la "República bananera" (entiéndase, estado de la Florida) apuesta por atacar a la Revolución cubana de manera directa con la autorización de provocaciones flagrantes como la de la flotilla que intentó acercarse a las costas de #Cuba para, en conturbernio, con sus gusanitos dentro de la Isla, crear una especie de espectáculo que pudiera ser transmitido por las cadenas de televisión estadounidenses y sus filiales en todo el planeta, un hecho que viola todas las normas vigentes de respeto entre las naciones y que forma parte de las regulaciones jurídicas de la ONU, pero que a su vez forma parte de la guerra mediática contra nuestro país.

La participación de naves aéreas y aerostáticos para las transmisiones de Radio y Televisión Martí, constituyen un claro ejemplo de estas agresiones permanentes que ni siquiera han sido tomadas en cuenta por la administración del señor Obama. Por supuesto, el presidente ha sido preparado y entrenado como una figura de "cambio" en la política expansionista e imperial, pero no precisamente para decir adios a las armas, sino para continuar las guerras en todos los frentes como ocurre hoy en el ciberespacio.

Para que se tenga en cuenta qué ocurre en esta guerra impuesta contra Cuba, propongo la lectura de este material periodístico publicado por La Jiribilla.

Por Mabel Machado
La Jiribilla

Fotos: Kaloian, Cubadebate

Un censurado por los medios de prensa tradicionales podría hablar apologéticamente de las llamadas nuevas tecnologías y redes dentro de la Web, ahora que la cibergalaxia parece el escenario más factible para la democracia. Ignacio Ramonet, analista internacional, periodista y semiólogo, ha sido vetado por varios periódicos, entre ellos El País de España; sin embargo, no milita en el bando de los tecnoentusiastas. Apuesta por un equilibrio: el futuro del periodismo y la comunicación pasan, efectivamente, por la Red, pero la información es la que cambia, no la ética ni la función de los medios y sus profesionales.

El último libro de Ramonet, La explosión del periodismo, no habla de finales catárticos, sino de un momento diferente en el que la crisis de inseguridad informativa y credibilidad de la prensa convencional se hace evidente cada vez más a partir de la acción de medios como Wikileaks. El cambio de “los medios de masa a la masa de los medios”, la información como “acto colectivo”. Las sacudidas comunicacionales y tecnológicas son parte de lo que Ramonet identifica como el nuevo sistema mundo. Conversamos sobre el tema, a propósito de su visita al Festival de Cine.

-¿Cómo describe el nuevo escenario comunicacional y tecnológico en el que se produce y se distribuye el cine hoy?

-Estamos en una era tecnológica muy diferente, pero esencialmente lo que cambia es el consumo. Durante mucho tiempo el cine solo se consumió en las salas de cine, luego pasó a la televisión, más tarde al casset, el DVD y más recientemente al blu-ray. Pero ahora estamos pasando a una tercera fase, en la que prima la complejidad: por una parte, existe la idea de regresar a salas ultraequipadas, en particular, para ver películas en 3D. Esto también se puede hacer en televisión, pero aunque progresan con rapidez, se crean dificultades porque se necesitan determinados dispositivos como gafas, etc. La idea entonces es volver a las salas, pero ahora con pantallas muy grandes; o construir cines como uno que acabo de visitar en Brasil, para que unas 50 personas vean la película acostados en camas forradas de cuero, con las pantallas ubicadas en el techo, tecnologías Imax, y en los cuales el precio es ya semejante al que se paga por el teatro o por la ópera.

La medida del nuevo cambio tecnológico que estamos viviendo es que hasta ahora solo utilizamos Internet en la pantalla de la PC, el ordenador portátil o el Ipad. Este dispositivo de Apple permite acceder al claud (la nube), un lugar donde se pueden consumir películas sin que ocupen espacio en la memoria del aparato. Pero la nueva fase es la de hacer que la persona pueda utilizar su ordenador a través de la pantalla de su televisor, es decir, Internet está en su tv, que cada vez es más grande, tiene mejor calidad de imagen, etc. Todos estos cambios hacen que haya un problema en términos de qué tipo de cine, qué tipo de relatos se deben construir.

Por otro lado, los videojuegos, que hasta ahora eran eminentemente digitalizados, con imágenes no-reales, presentan ahora prototipos y ambientes casi tan perfectos como la realidad misma. De hecho, los videojuegos son ahora relatos muy semejantes a los de las películas de acción.

Curiosamente hay un regreso masivo al consumo de las series de televisión. La idea es que una serie permite desarrollar más los caracteres y las situaciones, en una temporada que va a durar 15 horas o en varias temporadas.

El último aspecto tiene que ver también con las salas de cine, que no están concebidas en la actualidad para ver películas solamente, sino para que, en la medida en que están equipadas de medios de difusión digital, puedan utilizarse para difundir un espectáculo como la ópera, en directo, con una imagen de muy alta fidelidad y con un sonido digital perfecto. Lo mismo pasa con un partido de fútbol o con un partido de béisbol, es mejor verlo en el cine, porque en casa no existe el ambiente de la cancha que sí logra trasmitir una sala con estas características.

Cada vez más hay una especie de fusión en la medida en que todo se digitaliza y se usa la misma tecnología para casi todos los productos de comunicación.

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