miércoles, 28 de marzo de 2012

“Cuba y el mundo necesitan hacer cambios”


Claudia Rodríguez León
Foto tomada de la Internet
“Cuba y el mundo necesitan hacer cambios”, expresó su Santidad el papa Benedicto XVI, durante la misa celebrada en Santiago de Cuba y que mantuvo a todo el pueblo de Cuba al tanto de las palabras del santo padre.
No se comenta de otra cosa. La ciudad de La Habana recibió este amanecer con el júbilo propio de quienes reciben en su hogar a un miembro de la familia. No podía ser de otra manera. El pueblo de Cuba ha demostrado su capacidad para compartir con otros pueblos del mundo bajo los preceptos de un internacionalismo que se basa en el respecto, la paz y la justicia. De ahí que hace propias las palabras del Sumo Pontífice al expresar a su llegada a la tierra donde se encuentra el santuario de la Santísima Virgen de la Caridad del Cobre de la cual es peregrino:
 “Llevo en mi corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren, sus sufrimientos y alegrías, sus preocupaciones y anhelos más nobles, y de modo especial de los jóvenes y los ancianos, de los adolescentes y los niños, de los enfermos y los trabajadores, de los presos y sus familiares, así como de los pobres y necesitados”. Seguidamente agregó:
“Vengo a Cuba como peregrino de la caridad, para confirmar a mis hermanos en la fe y alentarles en la esperanza, que nace de la presencia del amor de Dios en nuestras vidas”.
Los cambios que se hacen en Cuba, en la restructuración de su economía y la consolidación de las conquistas sociales alcanzadas no pueden estar signados por ningún gobierno extranjero, ni por leyes extraterritoriales o presiones de bloqueos y continuas amenazas por parte del gobierno de Estados Unidos.
Cuba busca la paz y la coexistencia pacífica. Así ha sido durante todos estos años de sacrificios de un pueblo que ha resistido los embates de un bloqueo genocida y el enfrentamiento al imperio más poderoso del planeta en su afán por dividir y hacer rendir a su pueblo por hambre y penurias materiales.
Cuando el Santo Padre, el beato Juan Pablo II, aseguró (en la primera visita papal a Cuba) que nuestro país debía abrirse al mundo y el mundo a Cuba, esa frase quedó enmarcada a una invitación a las naciones que mantienen agresiones de todo tipo contra la Mayor de las Antillas, sin excluir el hostigamiento mediático.
Los cambios en Cuba se iniciaron desde el primero de enero de 1959. La Revolución ha demostrado su mayoría de edad y el pueblo ha defendido su derecho a la independencia, al respecto a los legados más sagrados de la Patria que incluyen la veneración a la Santísima Virgen de la Caridad del Cobre, de la cual su Santidad Benedicto XVI, es peregrino.
La Plaza de la Revolución, lugar histórico de grandes acontecimientos para el pueblo de Cuba, será un sitio donde se volverán a escribir páginas de gloria en la historia del pueblo de Cuba cuando se realice la misa, oficiada por el Sumo Pontífice.





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